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Capítulo 2. Pequeño, amable e ingenuo

Nakajima Atsushi, 18 años, estudiante de literatura y letras, amante de las artesanías, cuentos y libros. Adorador de camaleones, tigres y medusas. Novio de Osamu Dazai, su jefe de 32 años.

Se habían conocido en la cafetería de la empresa, Atsushi no tenía ni idea que era su jefe hasta dos meses después de citas. Eso no les impidió seguir saliendo.

Su primer año en la empresa de editorial fue excelente, estaba haciendo una pasantía al mismo tiempo que estudiaba.

Lo único malo era su jefe directo, Akutagawa Ryunosuke; un escritor joven pero que había sido excelente y sus obras publicadas por millones de libros, a sus 28 años no había quien no lo conociera

Era difícil trabajar con el pero sus ingresos eran buenos por editar sus escritos.

Fue un fin de semana que trabajaba a altas horas cuando su novio, Osamu Dazai llegó a su escritorio, Atsushi trabajaba duro y el mayor únicamente llegó masajeando sus hombros. El susto le provocó un grito y esto hizo a Akutagawa salir de su cubículo. Fue la primera vez que los vio, y no dudo en escucharlos

— trabajas duro Atsushi-kun

— bueno, debo ganar dinero para mis estudios

— eres tan bueno, por eso salgo contigo

— Dazai-san estamos en el trabajo

— ¿y eso que? — mencionó besando su cabeza — continua, te premiaré yo después

— ya me dieron ánimos

Tras aquella noche, su relación con el escritor sólo fue de peor, pues incluso le preguntó directamente y le pidió terminar. Si no hablaban de trabajo, era eso. "Termina con Osamu Dazai" era su frase diaria

Ahora había perdido a los escritores nuevos con los que trabajaba y se quedó únicamente con Akutagawa teniendo que liderar únicamente con el pero con algo de tiempo libre para sus estudios.

Revisaba sus papeles y el itinerario de Akutagawa cuando este llego — Atsushi; ¿tengo citas?

— si, estoy terminando de revisar su día

— deja espacio para comer, vayamos juntos

— ¿va a regañarme de nuevo?

— no, necesito comer, tú también y necesitamos hablar. Tengo un menté algo nuevo

— de acuerdo, soy todo suyo

La mañana estuvieron viendo bocetos de portada para su libro, Atsushi se había distraído un rato con un perro que tenía la diseñadora. El azabache lo miró, el pequeño era un chico alegre y amable, era un amor de persona.

Akutagawa Ryunosuke lo supo cuando lo conoció. Sus mejillas ruborizadas, unos ojos maravillosos y llenos de vida. El radiaba inocencia y paz.

Admitía que le gustaba tenerlo para el, sus ideas eran frescas y su actitud siempre positiva hacía que sus libros sombríos se vieran atractivos.

Atsushi se acercó a su lado, el chico siempre lo trataba con respeto a pesar de sólo llevarse 10 años. — Akutagawa-san ¿que portada le gustó más?

— me gustaría ver otros diseños, las líneas, pienso que Rashomon debería verse elegante y tenebroso...

— comprendo. — Atsushi se acercó al diseñador de nuevo — disculpe, en verdad. Al autor le encantan pero quisiera saber si puede hacerlo sombrío, y elegante

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