𝐑𝐀𝐈𝐍𝐘 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 | James Potter

CHAPITRE DEUX

🌧️˖ 𓄴 RAINY NIGHT presents: 

▬▬ ¿...Y dónde está la rubia?

—Amm, y-yo... —no sabía por donde comenzar, ni siquiera sabía por qué se lo estaba contando, pero algo en el le decía que ella tenía razón, que soltar todo lo que guardaba lo ayudaría a aliviar un poco su dolor.— Llevo años enamorado de una chica, pero...

—Esa chica no siente lo mismo —completó la rubia recibiendo un asentimiento del azabache.

—Ella es perfecta y me duele saber que siempre seré insuficiente —suspiró con pesadez.— Por más intente ser suficiente para ella... nunca lo seré.

—Nadie nunca debe forzarse a ser suficiente para otra persona. Somos humanos, con todos nuestros errores y aciegtos, con nuestros defectos y virtudes, simplemente somos. Se que no te conozco en lo absoluto, pero puedo decirte que nadie merece estar luchando por tanto tiempo para ganar aunque sea un mínimo de espacio en el corazón de alguien más. Si el amor no fue mutuo en tanto tiempo, entonces no hay más que hacer. Solo debes de respetag su decisión. Tienes que amarte lo suficiente como para negarte a seguir sufriendo. Debes amarte primero a ti, por que si no te valoras y te amas a ti mismo ¿Cómo podrás amar a alguien más?

Semanas habían pasado desde esa conversación.

Semanas en las que James trabajaba en si mismo.

Ella tenía razón, si el amor no fue mutuo en todos esos años y con incontables intentos, entonces solo debía rendirse y esperar la llegada de una persona que si lo quisiera tal y como era. 

Pero había un problema.

Esa noche, después de estar hablando por tantas horas y cada uno irse por su camino con el amanecer, él había sentido algo que con Lily nunca sintió...

Un sentimiento de calidez en el pecho.

Por muy extraño, y estúpido, que suene, luego de ser escuchado, aconsejado e incluso bromeado por tantas horas con esa linda chica rubia de acento ingles algo malo ya que en ocasiones en lugar de decir la "r" decía la "g", había sentido el click que su padre le había hablado. 

James se había negado a verlo, acababa de ser rechazado por la chica de la que llevaba "enamorado" varios años, pero con el paso de los días la imagen de la rubia recurría cada vez más en sus pensamientos, hasta el punto que era imposible ignorarla. 

—¡Cornamenta! —una almohada estrellándose contra su cara lo hizo reaccionar.

—¿Qué? —vio confundido a Sirius, quien estaba en medio de su rutina semanal de belleza.

—¿En que piensas tanto? ¿Qué puede ser más importante que oír mi sublime voz? —preguntó sin obtener una respuesta. Soltó un suspiro y levantó la rodaja de pepino de uno de sus ojos para poder verlo.— Me preocupas James, llegas a casa golpeado y llevas semanas todo raro. Mamá piensa que andas en drogas... si es así pasa dato.