Ambición [+18] | Genshin Impact

Epílogo

Después de rechazar la oferta del los Once y huir de Snezhnaya, ___ decidió intentar recuperar su preciado broche, aquel objeto era demasiado importante para ella como para que simplemente permitiera que cualquiera se lo quedara, así que se la pasó interrogando violentamente a cada persona que fué dueño de su broche, pero parecía imposible, al parecer esos dos meses que estuvo cautiva fueron suficientes para que el pequeño objeto cambiara de propietario en repetidas ocasiones. Miró exhausta la lista de personas que había contactado, y ya había visitado Natlan, Sumeru e Inazuma en busca de el, pero lo único que había conseguido eran rumores de quién podría tenerlo, solo rumores, que la mayoría de las veces terminaban siendo personas que creían que algún conocido de ellos podía tenerlo, era casi una búsqueda sin rumbo, solo había logrado conseguir algo de información importante en dos ocasiones.

- Admiro tú perseverancia por recuperar lo que perdiste, ¿pero no sería mejor dejarlo ir? aferrarte sentimentalmente con tanta fuerza a un objeto solo te traerá desgracias en un futuro- miró a Kazuha en silencio

- Eso es lo único que me queda, no puedo perderlo- soltó firme mirando a un punto indefinido en el mar- ese broche fué el único regalo que mis padres me dieron antes de que los asesinaran, y el único recuerdo que pude conservar de mi vida feliz, si dejo que alguien se lo quede... sería como abandonar los últimos recuerdos que me quedan de mamá y papá

Al llegar a Liyue, como en todas las naciones, se sintió demasiado desorientada al pensar en por donde debería empezar. Le avergonzaba que luego de casi un año viajando sin parar aún se sintiera tan pequeña en ese basto mundo. Intentó acercarse a uno de los guardias de la Geoarmada para preguntarle por su destino, pero cuando vió que el hombre le sonrió amablemente su ser se petrifico, no sabía como hablar con la gente que la miraba así, su conciencia comenzaba a gritarle que no se fiara de ellos, que solo eran personas interesadas que buscaban obtener algo de ella, mientras que otra parte de su mente le decía que ese comportamiento cordial era totalmente normal en las personas que no pertenecían a Snezhnaya

- ¿Señorita? ¿puedo ayudarle en algo?

- Y-Yo...- tartamudeo nerviosa, y le tendió bruscamente el papel que tenía el nombre del lugar al que necesitaba ir

- Ahh...la posada Wangshu, eh? si sigue el camino que se ve a las afueras de la ciudad llegará a un edificio muy alto que está justo en el camino- el guardia sonrió incómodo cuando la muchacha tomó su mano poniendo unos cuantos moras en el- oh, no necesito dinero señorita, es mi deber ayudar a las personas que pasen por aqui

La muchacha no aceptó que le devolviera el dinero y se retiró. Sin embargo, el camino hacia la Posada fue muy molesto, si bien, Inazuma ya había sido bastante problemático debido a los criminales que la asaltaban seguido, en Liyue quienes se entrometian en su camino eran monstruos Geo, los cuales eran demasiado molestos, cada uno de ellos tenía la piel dura como una roca, e incluso algunos podían formar una armadura en su cuerpo. Ya había perdido la cuenta de cuantos dragartos bebés la habían atacado, y los molestos cazadores de las ruinas le habían provocado algunas quemaduras y cortes luchando contra ellos, no era que hubiera sido herida por haber perdido práctica, es solo que no era muy de su gusto herir a criaturas elementales que digamos.

Jadeó cansada sosteniéndose de su espada, llevaba varios minutos peleando contra un Lawachurl Acorazado, y el dolor de los golpes que había recibido eran incluso peores que los que le habían propinado los fatuis de la prisión, se puso de pie nuevamente preparándose para el siguiente ataque cuando de la nada una lanza de color esmeralda lo atravesó. Frunció el ceño al ver a un chico peliverde con una máscara de demonio

- ¿Una mortal?- Xiao miró varios de los cuerpos que ___ ya había asesinado, pero gracias a eso esa humana estaba bastante herida- no sé quién seas, pero vete de aquí, este lugar es peligroso para los humanos