Las sombras en Hogwarts

Un nuevo amor.

Yo jamás había planeado esto y mucho menos pensé que podría enamorarme de él, pero fue inevitable, hice lo que me pidieron, trate de alejarme, de luchar contra lo que estaba sintiendo, pero me rendí ante mis sentimientos, ya era tarde, me había enamorado de él...

De vuelta a Hogwarts, las vacaciones de Pascua estuvieron bien, vale un poco raras, jamás creí conocer a un Pendragon o saber que la historia podría repetirse, mucho menos creí volver a ver a Izzy y a Jace, pero lo que en verdad fue lo que menos creí y sigo sin creer es todo lo que pasó con Draco, no era real, no podría serlo, me niego incluso a creer que nos encontramos "por casualidad", a mí no me engaña ese tonto.

Mientras camino por el patio, veo que se acerca una gran tormenta, es raro por la fecha, pero el clima es muy impredecible, mientras todos van corriendo a refugiarse por la lluvia yo decidí quedarme en el patio sintiendo las gotas caer por mi rostro.

— ¡Qué estás haciendo, ven acá! — gritó Malfoy.

Bueno, ¿este wey no tiene a quien más molestar o qué?

— ¿No es obvio Malfoy?, me derrito bajo el agua.

— Esa es la mayor tontería que has dicho, te vas a enfermar ya ven acá.

— ¡No! — grité y me puse a jugar bajo la lluvia.

— Ash eres bien terca.

Draco salió corriendo por mí, sin embargo, su intentó fue inútil, no logró llevarme de vuelta al interior del castillo, al contrario, lo tomé de la mano y empecé a jugar con él, comenzamos a dar vueltas como niños chiquitos, bailamos bajo la lluvia, nos comenzamos a reír, hasta que se empezaron a escuchar los relámpagos, él apretó mi mano y luego me abrazo, sentí como temblaba, creía que era por frío así que lo abracé con más fuerza.

— Sol, debes traer a Draco rápido de vuelta, le dan miedo las tormentas y más los relámpagos.

Voltee a ver rápido a Draco quien tenía sus ojos cerrados con fuerza, lo agarre de la mano en ese instante, corrí rápidamente con él y lo abracé una vez adentro.

— Oye tranquilo, ya estás a salvó, no te va a pasar nada, te lo prometo.

— Ya suéltame — gruñó.

— Púdrete entonces — dije indignada y me fui al gran comedor ya que era la hora de comer y van a dar enchiladas suizas.

Ventajas de poner que comida quieres en tu guion.

No hay nadie de mis amigos, así que me senté sola, bueno están los gemelos con Seamus y Dean, pero no sé qué tan buena idea sea llegar como si nada después de ignorarlos por lo ocurrido con Harry, saqué mi celular y conecte mis audífonos para escuchar música mientras respondo los mensajes de Izzy, Jace, Clary y Nicolás, es raro escribirme con él, aún pienso en lo que dijo mi padre ¿Será mi destino también cuidar de un Pendragon?

Nuestro destino es Draco, ya lo escuchaste.

Deja de pensar en ese idiota.

No, bien que te gusta.

Ash.

— Hola ¿puedo sentarme aquí?

Vi a Harry parado enfrente, sé qué no puedo evadirlo por siempre, además no fue su culpa de que Cho me odie tanto y lo haya usado para joderme.

— Claro — dije mientras me quitaba los audífonos para escucharlo.

— ¿No tienes frío?

— No ¿Por?