FOURTEEN

127 26 10
                                    

La de cabellos castaños estaba mirando la ventana del paisaje con total tranquilidad,tenía sus auriculares puestos, estaba escuchando su álbum favorito de The Beatles, tarareaba una canción mientras movía la cabeza levemente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La de cabellos castaños estaba mirando la ventana del paisaje con total tranquilidad,tenía sus auriculares puestos, estaba escuchando su álbum favorito de The Beatles, tarareaba una canción mientras movía la cabeza levemente.

—Sigo sin entender porque yo debo fingir ser tu novia —espetó ella en cuanto el auto se detuvo.

—Lo hemos hablado, mon amour —espetó Klaus bajándose del auto para abrirle la puerta a la castaña, quien se quitó los audífonos y bajo del auto aceptando la mano del rubio.

Entonces a velocidad vampírica aprecio frente a la mujer que vivía en la casa que habían encontrado.

—Como lo sentimos, no quisimos espantarte —habló Klaus mientras colocaba su brazo al rededor de la estrecha cintura de YoonSuk, quien colocó su cabeza en el hombro del hombre.

—Si ¿Dime?

—Nuestro auto se averió a unos kilómetros de aquí, hemos caminado por una hora, tu casa es la primera que miramos y solo esperaba usar tu teléfono.

—¿No tienes celular?

—Mi novio aquí olvidó el suyo en el auto y el mío está muerto —respondió YoonSuk dándole una sonrisa de lástima a la mujer, quien claramente no notó eso.

—No somos asesinos, solo queremos usar tu teléfono —espetó Niklaus manteniendo un terrible acento americano.

—Si —respondió la mujer dándose la vuelta.

—¿Y, podemos pasar?

—No, yo te traigo el teléfono.

—Creí que los campesinos eran más confiados —espetó Klaus dejando su intento de acento americano.

—Soy de Florida.

—Eso lo explica todo —espetó él mientras soltaba de la cintura a YoonSuk.

—Tu acento americano es el peor que he escuchado en la vida —espetó YoonSuk caminando hacia el auto.

Mientras iba caminando apretó los puños en señal de culpa y enojo, odiaba que Klaus asesinara a tantas personas, y odiaba que obligara a Stefan a hacerlo también.

Una vez en el auto subió todo el volumen para no escuchar los gritos de las mujeres.

Las lágrimas empezaron a caer, no le gustaba lo que ellos hacían, y por eso aborrecía de sobremanera a Niklaus.

Y hablando del diablo, pensó ella mientras miraba a Klaus entrar al auto.

Se secó las lágrimas y se acostó boca abajo para que el no viera su rostro.

—Se que estabas llorando mon amour —habló con voz suave el híbrido—. Pero sigo sin saber el porqué.

—¿No lo sabes? —cuestionó ella con molestia sentándose—. Matas personas y no te importa si tienen familia o si quiera que son personas, solo las usas a su antojo, y eso no es bueno.

𝐒𝐄𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐏𝐈𝐓𝐘|| 𝐊𝐋𝐀𝐔𝐒 𝐌𝐈𝐊𝐀𝐄𝐋𝐒𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora