03| Noviembre

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Centrado.

Una de las características que había advertido en Loid fue su forma inusual de mantener el enfoque, tomar el mando de una situación de dudoso final a una buena resolución, motivos por los que conscientemente le cedía el comando en la situación y lo buscaba en cuanto acontecía una situación complicada, confiando plenamente en su buen juicio.

- Muchas gracias - comunicó al mesero, despertando a Yor de sus nuevos análisis.

Ella no tendía a sobre pensar las cosas debido a que desde un tiempo, con su trabajo consideraba a las demás personas como fuera de su realidad y la única información destacable era la de sus objetivos y las constantes paranoias de posibles delatores a la policía secreta. Pero los Forger, era lo más cercano a un escape a la realidad "normal". Había decidido observar algunos detalles, para descartar o al menos intentar descartar sus sospechas, y había comenzado a percatarse de algunos detalles que pasaba por alto.

Yor no era muy observadora, pero esos detalles aparecían de una forma tan recurrente que no podía hacer otra cosa que ser consciente de ellos.

Podría ser tomado por orgulloso, de no ser por un carisma evidente cuando se entablaba una conversación con él. Podría considerarse estricto por un evidente fanatismo por lo estructurado, no tenía demasiadas expresiones, salvo una sonrisa educada.

- Anya, no dejes de lado las verduras - el regaño sirvió para que la más pequeña suspirara entristecida al observar la sopa de verduras delante suyo - si terminas tu plato, pediré para ti las papas con maní y tal vez...

El semblante de la pequeña Anya cambió a uno lleno de dicha y determinación, tragando con decisión aquellos pequeños trozos de verdura que le fastidiaban tanto. El hombre rubio colocó una cara bastante cómica al ser interrumpido en sus negociaciones y tomó sus cubiertos resignado ante los ojos de Yor que quiso reprimir una sonrisa, sin éxito.

Era moderadamente expresivo, pero en la presencia de Anya eso cambiaba. La energética niña otorgaba una variedad de situaciones impensadas y tan espontaneas que para el adulto le era imposible no mostrar un abanico de reacciones.

- Tranquila, Anya-san. Si comes demasiado rápido puedes atragantarte - aconseja limpiando un rastro de sopa de las comisuras de su hija.

- Es que Anya... - agarrando firmemente la cuchara exclama - En serio quiere comer esas papas con maní!

Comenzando a tragar la comida, sin precedentes. Algo que provocó una mueca tensa.

- Estoy seguro que un comportamiento de esta calaña es inaceptable en una estudiante del colegio Edén - comenzó a hilar el rubio - Nos están mirando raro? ¡Nos están juzgando! Tengo que reparar este desastre... ahora!

- Perdón... papi - los ojos verdes comienzan a aguarse - Anya no quería comportarse tan mal - susurra.

- Hay una variedad de postres! - suelta aumentando el tono de su voz, presa del pánico al intentar impedir un llanto.

Yor es testigo de la escena entre bocado y mirada, percatándose de que ya había terminado. Sin admirar el filo del cuchillo.

- Tan absorta estaba? - Yor sonríe al ver la escena, y a una Anya pletórica con el tan ansiado plato de papas con maní frente a ella y Loid con una expresión cansada.

La familia se retira y dan inicio a un pequeño paseo.

Loid, no eran pocas cosas que había advertido de él, era fácil deducir en él un espíritu fuerte que no se dejaba abatir o dejaba que la circunstancia lo dominara. Y dado por estas cualidades y lo poco que advertía de su relación laboral, tendía a ser bastante formal y serio.

Every Month • TwiYorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora