Entrevista

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La nueva habitación realmente no parecía una oficina de un reportero. Jeremy tuvo la suerte suficiente de encontrarlo a tiempo, solo pasando por la puerta verde oscuro con las letras doradas en la ventana. Asomándose por el vidrio entintado podía ver a alguien sentado solo en un escritorio al fondo de la habitación con la cabeza baja mientras leía un montón de papeles.

Cuando se dio cuenta de la presencia de Jeremy levanto la mirada hacia la puerta. Los ojos ámbar vieron una figura detrás del vidrio e hizo una seña para que entrara.

- ¿Qué estás esperando? ¡Entra!

La voz era alegre y amigable, lo que fue un cambio refrescante de las miradas frías que Jeremy había estado recibiendo mientras caminaba por el edificio. Respirando profundo tomó el pomo de la puerta y entró a la oficina, cerrando la puerta suavemente detrás de él.

- H-hola...

El estudiante levanta una ceja.

- Eres tímido ¿No? – se ríe – Está bien, mejor que un mocoso que solo sabe cómo presionar el botón de la cámara – sonríe ante el malestar en la cara de Jeremy antes de girar hacia la pared, mirando el reloj el que colgaba ahí – Llegas tarde.

Vergüenza recorría a Jeremy mientras jugaba con sus dedos.

- Lo siento... yo, no lograba encontrar la oficina y umm... - su voz se pagó

Sí, llegó tarde y más que nada era porque él no tenía sentido de orientación. Además, decir que se atrasó porque accidentalmente tomó una foto a un boxeador quien quería romperle la nariz por eso no parecía realista en ningún sentido, así que se quedó callado. Para su sorpresa el estudiante se encogió de hombros.

- No me sorprende. Estamos en el medio de la puta nada-perdón por el lenguaje – añadió rápidamente. Jeremy solo asintió. El hombre miró al reloj otra vez con una sonrisa en su cara mientras apilaba sus papeles en la esquina del escritorio. – Son solamente las 7:08 de todas maneras, lo cual no está tan mal...

Jeremy quiere volver a hablar y disculparse, pero considerando los eventos de antes quizás era mejor aceptar la amabilidad.

- De todas formas, estaba preocupado de que no quisieras venir, no sería la primera vez, heh... - El reportero sonrió para sí mismo, limpiando su escritorio para así colocar sus codos en la madera, levantando la cabeza para mirar al adolescente. – Jeremy Fitzgerald ¿no? – Sonrió – Soy Fritz Smith, un placer conocerte.

Había un pequeño acento encantador en su hablar.

- I-igualmente. – El fotógrafo tartamudea viendo como el contrario hace un gesto para que se siente. Dudando, Jeremy se sentó en una vieja silla al frente de Fritz, dejando sus manos cortésmente en sus piernas.

- Así queeee, aceptaste ¿no? No estarías acá de otra manera – Fritz hablaba en preguntas de las cuales ya sabía la respuesta. De todas maneras el adolescente asintió con la cabeza. Una mirada de alegría cruzó a través de la cara del reportero – Perfecto.

Jugó con sus dedos contra la madera, pensando por un momento.

- Bueno, sé que dije que tenía comida pero... - Miró para otro lado, avergonzadamente rascándose la nuca – Me convencí de que no ibas a llegar así que me la comi. Mi error.

Jeremy sonrió.

- E-está bien, no tengo hambre.

Bueno, puede que tenga un poco de hambre, solo un poco. Pero no importaba, él había venido aquí por el trabajo, no la comida. Además las migas alrededor del escritorio y los envoltorios tirados en la papelera más cercana indicaban que lo que sea que Fritz haya traído no era mucho de todas maneras.

La colección JereMike (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora