El inicio del fin

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Siempre fuiste reservada, no hablabas mucho pero te gustaba pasar tiempo on tu familia, como en este momento

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Siempre fuiste reservada, no hablabas mucho pero te gustaba pasar tiempo on tu familia, como en este momento.

El atardecer caía sobre la residencia, en el patio tracero se encontraban jugando un poco, tu hermana intentaba hacerte pases pero nunca los podías resivir con éxito, por otra larte Tobio no fallaba ninguno, soltaste un suspiro para tomar un vaso de agua y beber.

—talvez seas buena en otras cosas... —propuso la mayor hablando de forma suave.

—mhj... ―te quejaste mientras bebias más agua, te molestaba no ser buena en deportes, eras buena en todas tus materias menos en lo físico.

—Miwa tiene razón...puedes intentar algo más... ¿artístico? —propuso tu abuelo mientras ponía una mano sobre tu cabeza.

—puede ser... —soltaste un suspiro, quitaste la coleta que sujetaba tu cabello y bajaste la vista —puede que el voley no sea mi fuerte.

....

Tu madre tomaba tu mano, para cruzar la calle y entrar a un edificio mediano, ella camino a la recepción donde una mujer le indicó que esperaran unos minutos, luego apareció una mujer mayor que en ocaciones veias junto a tu abuelo para los partidos, las tres caminaron por el edificio mientras mostraba las diversas salas, llegaron a una que al abrir la puerta una suave melodía llegó a tus oídos caminaron un poco y lograste ver perfectamente a una joven de cabello corto tocar un piano de cola, los dedos de la chica se movían con presión y de forma suave, miraron por unos minutos hasta que salieron y entraron a otra sala, pero ninguna se igualaba a la primera, ese suave sonido melódico salir de un instrumento tan grande e imponente.

—será un gusto enseñarle a la pequeña Kageyama —dijo la mujer mientras regresaban a la sala principal, aque instinto se encontraba solo, así que caminaste a la banca y tomaste asiento —¿te interesa el piano, pequeña? Es un instrumento muy grande y complicado, podrías comenzar por una flauta o...

Las palabras dejaron de salir de su boca a ver como tus dedos presionaban con firmeza y seguridad algunas teclas, en ocaciones se escuchaba desafinado ya que no utilizadas los pedales.

—esto es lo que toco la otra chica...¿como se llama la canción? —la mujer vio como tocaste casi a la perfección aquella pieza, sonrio y acaricio tu cabello con su delicada mano.

—Sonata de media noche...vamos pequeña ―así comenzó una nueva etapa de tu vida.

....

Sonreias mientras te entregaban un diploma y reconocimiento por tu segundo lugar el el recital de verano de ese año, tu vestido esponjado por el tul y finos cabellos hacían que lucieras tierna y delicada, a lo lejos viste a tu madre tener la ceja alzada al ver tu segundo lugar, suspiraste para bajar las escaleras del podio y realizaste una reverencia en agradecimiento.

Caminaste a la salida donde tu madre puso una mano en tu espalda.

—tienes 4 meses para el próximo recital...

ⓢⓗⓐⓡⓔⓓ ⓟⓐⓘⓝ ( Kai Tsukishima y Tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora