Las manos del tipo recorrieron sus caderas mientras lo sostenía contra aquella pared en plena noche en la ciudad, con el sonido de la música de fondo y los autos pasando en pleno auge de un sábado.
Paulo no sabía cómo responder, dónde tocar, que mierda hacer pero sus dedos se enredaron en aquellos cabellos con tonos rubios que se sentían suaves mientras sus bocas se unían con demasiada intensidad, probando sus lenguas y jadeos cuando se atrevió a morder el labio del tipo.
— Vamos a mi hotel. — Susurro entre besos Damián, por lo que Dybala asintió sin dudarlo dos veces, ya estaba poniéndose duro.
— Mejor a mi apartamento. — Se separo un momento para recuperar el aire y colocar ambas manos en el pecho ajeno duro detrás de la tela. — Allá nadie va a molestar y-
— Dónde vos quieras lindo, te llevo. — Por momento mandaría todo a la mierda pero ante todo la intimidad. Le sonrió con coquetería para sentir un beso en su cuello y luego sujeto su mano para llevarlo al auto estacionado a pocas cuadras.
Durante todo el trayecto las caricias no faltaron, el roce de sus manos en el cuerpo fuerte del otro recibiendo comentarios vulgares y bendito sea esas veces que sujetaba su nuca para controlar el beso que en ocasiones apretaba sus cabellos.
Fue una ansiedad enorme entrar tranquilos al aparcamiento de los apartamentos, más cuando las manos picaban y otras zonas dolían, Dybala le sonrió al seguridad mientras salían del ascensor del piso dónde se hospedaba por lo que se sobresalto un poco cuando los brazos ajenos lo rodearon dejando besos por la zona del hombro y estaba nervioso cuando abría la puerta, estaba temblando de anticipación.
En cuanto entraron sus labios se unieron y el hombre se agachó lo suficiente como para sujetar sus muslos para alzarlo, no sabe dónde tiro las llaves o donde quedó su teléfono en la entrada pero le hablo en donde estaba el cuarto.
— Pareces una pluma nene. — Se echó a reír mientras su trasero fue apretado con fuerza y tiró de sus cabellos por sentir su miembro por lo que gimió para comenzar a sacar los botones de aquella camisa impregnada de su olor, sus labios besaban aquella piel tibia para después sentir las sabanas.
— Entonces me vas a poder manejar mejor. — Murmuró mientras aquellas manos despojaban sin previa su ropa, sacando sus pantalones como remera, aquellos ojos miraban con atención.
— Es mi parte favorita ahora. — Sus ojos se deleitaron con el cuerpo de su acompañante que tiraba la camisa a cualquier lado junto aquel cinturón ser sacado como los pantalones, era un cuerpo glorioso que iba a comerse, podía notar un tatuaje pero no podía divisar que era, solamente sintió un placer enorme cuando sus besos fueron por su abdomen como algunas mordeduras que dejarían marcas, eso lo arreglaría mañana.
— En el cajón...—Hablo entre suspiros mientras esas manos asaltaban y su boca dejaban marcas, sentía como apretaba su trasero, muslos, los besos en sus caderas y luego nuevamente controlarlo sujetando su mentón, ambas miradas se conectaron por segundos.
— Tan desesperado estás.
— Por vos, quien no. — Susurro en voz baja viendo su sonrisa presumida renacer para ser cubierto por aquel fuerte cuerpo, podría deducir que se mantiene bastante bien porque en sus dedos sentía los músculos tensarse cuando el rubio cogía uno de tantos preservativos del lugar a su lado.
— Me siento halagado por muñeco, que lindo.
Sus ojos se abrieron cuando de un momento a otro se encontró boca abajo con el trasero al aire, se sintió sonrojar por tal acto, más cuando le alcanzó una almohada para que se encuentre cómodo, le propició un beso en su nuca y le comentó que sea un buen nene.
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causa y efecto | dibu ✧ dybala
Fiksi PenggemarEra inevitable que desde se vieron no haya nacido atracción, pero luego quien diría que en el primer entrenamiento para la Copa América volverían a verse luego de ese encuentro con el hombre que le sonreía a Paulo desde metros. ❛ dibu x dybala. ❛ co...