Y fue allí que al verte todos los recuerdos juntos a tí resurgieron. Me sentía como en casa, pues tu lo eras. Mi día brillaba mas cuando estaba a tu lado, así como las luces navideñas.
"Claro que te lo prometo, siempre lo haría por tí "
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"Prométeme que siempre estarás a mi lado"
"Claro que te lo prometo, siempre lo haría por tí "
Recostada sobre su cama, no puede dormir, todo la lleva hacia el pasado.
Fueron tantas las promesas que se quedaron en el olvido. Fueron tantas las promesas que se apagaron. Fueron tantas las promesas que se convirtieron en llanto. Fueron tantas las promesas las que se las llevó el tiempo.
Entonces todos esos bellos momentos vividos se convirtieron en recuerdos. En recuerdos que jamás se olvidarán y en una historia que nunca pudo terminar.
Su historia no fue tan larga, ni la mejor. Se conocían hace mucho, estudiaban en la misma secundaria. Si bien sabían de la existencia del otro, no eran más que simples conocidos.
Pero siempre se cruzaban y miraban desde lo lejos. Siempre hubo un interés por ambas partes, como una ilusión, pero no amor, por el momento.
-Nunca pasará nada entre él y yo.- Siempre le afirmaba a sus amigas.- Yo no sirvo para esas cosas.
-Si, Claro .- Siempre le respondían, pero ella les hacía caso omiso, pues era difícil que ocurriese algo entre ella y Naruto, no creía que él se atreviese a hablarle, además estaban en clases distintas. Francamente era muy complicado por no decir imposible.
...
-Debes ser Ino, soy Naruto, Naruto Uzumaki, mucho gusto.
Fue en una salida de amigos, pues tenían muchos en común. ¿Qué suerte, no? Ese fue el primer paso por parte de Naruto, conocerla más.
Ino sintió estragos dentro sí con solo oírlo, pues lo tenía al frente y le estaba hablando, no sabía qué hacer ni como actuar. Esos ojos azules sí que consiguieron hechizarla.
¿Qué estaba pasando? Se preguntaba, si ella nunca se caracterizó por ser una chica del tipo tímida. Pero el tenerlo allí, frente a sus ojos, hacía que pierda toda noción y cordura del tiempo.
-"Tranquila Ino, solo no la vayas a arruinar".- se repetía a sí misma.
-Hola, Naruto, mucho gusto.....
....
Con en el pasar del tiempo, se conocieron mejor, volviéndose muy buenos amigos. Siempre estando juntos, de un lado a otro, disfrutando la compañía del otro. Yendo a cenar juntos. Yendo al cine. Yendo al parque, entre otros lugares.
-Naruto es un amor de persona.- le afirmó a TenTen, una de sus amigas, mientras sus mejillas se volvían de un color rojizo escarlata.- Siempre se preocupa por los demás, además es muy detallista conmigo.
Al fin la chica rubia tiene claro lo que siente por él, esto ya no es una ilusión esto es amor, realmente se enamoró de Naruto.
...
El resplandor de la luna se reflejaba frente al hermoso lago en el que estaban. Habían tenido. Primero fueron a cenar al restaurante favorito de Ino. Luego a dar un paseo por fuera de la ciudad. Aquí estaban ambos rubios, juntos, observando la luna y las estrellas.
-Me gustas Ino.- confesó.- Desde hace mucho. Desde la primera vez que te ví supe que tenías algo que nadie más tiene. Amó quien eres, amo tus ojos y tu sonrisa, ¿Aceptarías ser mi novia?
-Claro, claro que sí...
Esa fue la noche en la que ambos se dieron su primer beso, naciendo así un amor firme y estable.
Pero...
...Con el tiempo lastimosamente se fue deteriorando poco a poco. Y no fue porque ellos lo quisieran así. Si no las circunstancias mataron ese lindo amor que tuvieron.
"Aunque no este aquí contigo, siempre estarás en mi pensamiento"
Recuerda aquella noche tan triste, despidiéndose del amor de su vida, pues se irá por "petición" (obligación) de sus padres a estudiar al extranjero. Eso le rompía el corazón. Hubo muchas veces en el término discutiendo con sus padres, pues a ellos no les importaba en las más mínimo su relación, pues pensaban que Naruto solo era un estorbo, una distracción para su hija, y que mejor que acabar con esa relación, solo con mandarla al extranjero, esto Ino no lo sabía.
Ni siquiera la dejaron despedirse. Solo pudo hacerle una carta de despedida la cual se la dio a la madre de Naruto.
"Amor, probablemente esta sea la última vez que sepas algo de mí. Iré a estudiar al Madrid Se que es una noticia muy inesperada, la verdad es que trate de decírtelo, pero no pude, no quería verte llorar, no a ti. Seguramente me llegas a odiar por esto. Ahora eres libre, puedes hacer tu vida junto a la chica que desees. Yo nunca te olvidaré. Te amaré por siempre. Siempre te llevaré en mi corazón aunque tú no estas, nunca olvidaré todas tus besos ni tus caricias, siempre serás el amor de mi vida
Firma: Ino Yamanaka
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¿Siempre seré el amor de tu vida? ¿Acaso todo lo dijiste en esta carta fueron solo mentiras?
Ino ya había hecho su vida lejos de él, eso le dolía tanto, tanto así que tuvo que mentirle que tenía novia.
No lo odiaba en lo más mínimo, ella estaba en su derecho de hacer su vida con quien quisiese.
Pero al enterarse de que Ino regresó a la ciudad, sí que no se lo esperó.
No lo pensó dos veces, fue a verla inmediatamente junto a su hermana y un pastel, su favorito.
Estaba tan hermosa, no era la misma chica que conoció, al menos físicamente. Ya no usaba aquella coleta tan característica de ella, sus rosados labios productos del labial, lucían más dulces que nunca, deseaba probarlos, lástima que ahora tenían otro dueño y no era él.
Eran épocas navideñas para estar en familia y feliz.
Lo de la familia si lo logró conseguir, pero sobre lo feliz, sí que faltaba alguien en su vida que llene ese vació, y la única candidata era Ino, el amor de su vida.
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