✎﹏ Donde Jimin se despierta temprano todas las mañanas para tener la única oportunidad de admirar a su atractivo vecino paseando a su cachorro antes del trabajo.
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Faltba una hora para el atardecer, para que el sol se ahogara en los azules oscuros del mar, así como la luna daba acto de presencia y se presentaba en la oscuridad del océano, brillando aún lado de sus luceros.
La aún no pareja llegaba a la playa, donde Jungkook había reservado un espacio, más que un espacio era una pequeña casa llena con vista al mar y un espacio privado para ellos. Donde sólo la luna sería testigo de lo que sucedería esa noche.
El de cabellos dorados cantaba a todo pulmón 'Love de Zoé' una de sus bandas favoritas, de el y de Jungkook. Eran ellos dos, solos, en una playa reservada solo para ellos y cantando a pulmon. El atardecer estaba presente en el lugar y Jungkook entrelazo sus manos con las de Jimin para dirigirlo a la orilla y decirle todo lo que había planeado.
Saco una cajita y la abrió, dejando ver un collar de luna y estrella. Diseñado únicamente para el y Jimin, no habían más de esos, porque...
Porque Jungkook lo había mandado a hacer solamente para ellos dos.
—Nunca he sido bueno con las palabras, mucho menos para expresar como me siento. Pero lo que sí puedo asegurarte es que Te amo, me haces tan feliz, que sólo con pensarte sonrió y agradezco por estar vivo, por permitirme amarte a ti, Park Jimin, el niño de las estrellas, Mi estrella favorita y la persona que más adoro en este mundo. Te amo, y te amaré como un loco. — de la cajita sacos los collares. — La luna eres tú y las estrella soy yo.
—¿Porqué decidiste eso tú? —preguntó divertido el rubio.
—Porqué la luna Park Jimin no puede soltar a la estrella Jeon Jungkook.
Y eso fue todo lo que necesito Jimin para entender el porqué de todo esto, de los collares y de las palabras. Se lanzó hacia su ahora novio y lo besó.
Aquellos hermosos u suaves belfos, tocaron los suyos, mezclando sus sabores a miel y chocolate con fresas. La calidez de sus bocas rápidamente afectaba sus corazones, llevándolos ala euforia de sentirse amados, por terminar el camino que el destino les había preparado.
Se fundieron con el amanecer, sus corazones se hundieron en las nubes para no dejarse atrapar por la soledad. Eran su propia luz, la luz del amor.
—Yo también te amo, Estrella Jungkookie.
Y nuevamente sus labios se buscaron para encontrarse con la dulzura del amor que estaba floreciendo, para dedicarse cada verso y cada canción que hablase de su amor. Porqué una vez más el hilo había amarrado a las personas correctas en una sinfonía del amor.
—También quiero darte estos tres ramos de flores, cada color representa algo. Cuando lleguemos a casa, quiero que leas la tarjeta y lo averigües por ti mismo, Mi amor. — le dio un ramo de tulipanes rojos, Morados y azules.
Jimin río por lo inventor que era su novio. Su gran amor y su ahora compañero de vida, porque estaba seguro que será a el a quien elija para amar hasta la eternidad.
