Kunessi/ Alfas, Betas & Omegas.

¤Me gutas Leo¤

Después de soltar nuestras manos, comencé a sentirme ansioso, como iba a lograr hacer una anotacion, cuando solo pude hacer 4 de 10 que hizo Leo y solo estábamos entrenando.
Ahora Messi iba en serio, se amarró nuevamente sus botines y sabía que ésta vez jugariamos todo por el todo.
Me acerqué a Leo para establecer las reglas y quedamos en que sería un partido limpio, sin cruces para cortar el juego, sin manos y sin tackle de Rugby -Me reí nervioso ante esa aclaración y me disculpe por haberlo volteado en ese momento- Leo me asintió aceptando mis disculpas y siguió explicando, me dio a elegir que portería quería y claramente elegí la del lado derecho, ya que en el izquierdo fue la única en la que pude anotar antes.

Él aceptó sin quejas y quedamos en que Messi sacaría primero, ambos habíamos elegido algo y estábamos satisfechos con eso, las reglas estaban pactadas y sabía que ahora todo sería más complicado.
Me ajusté los botines también ante los nervios aunque no lo necesitara, pero tenía tantos nervios que de las náuseas tenía que hacer algo, Leo vio ésto y me guiño un ojo para incentivar mi enojo.

Y vaya que lo lograba, le quite la mirada enojado y podía escuchar como el capitán se reía, me sonroje ante su escandalosa risa y él pudo notar mi vergüenza, se acercó a mi y acaricio mi cabeza, al parecer le gustaba mucho hacer ésto.
Me levanté del suelo quitando su mano y él esta vez me veía con ternura -No estés tan nervioso- Me dijo suavemente, realmente se notaba tanto? Quería ganar, si... pero más quería permanecer al lado de Leo y seguir compartiendo habitación, no iba a permitir que éste estúpido reto me quite algo importante.

Le asentí levemente y luego le sonreí suave, pude notar como un leve sonrojo se poso en las mejillas del 10 y mi corazón se aceleró, intenté mirarlo bien pero el ya estaba caminando en busca de una pelota que no esté sucia.

Nos acercamos al centro de la cancha y mi corazón golpeaba fuertemente mi pecho, era como si estuviéramos a punto de disputar una copa del mundo, sentía que el suelo a mis pies era inestable, me relami mis labios nerviosos y Leo colocó la pelota en juego, piso la pelota con su pie derecho y espero a que yo asienta para comenzar.

Suspiré profundo y cerré los ojos, dejé escapar todo el aire dentro mío y abrí los ojos determinado, iba a ganarle a Messi si o si.
Asentí ante su mirada que esperaba respuesta y comenzamos a jugar, Messi comenzó a bailar con la pelota, realmente parecía que la pelota lo amaba porque no se le despegó de su lado en ningún momento, avanzaba hasta más de media cancha y yo lograba defender y tomar la pelota en mi poder, me apresuraba en llegar al arco contrario con piques largos, pero indudablemente Messi me detenía antes de definir, era increíble la capacidad que tenía para quitarme la pelota.

Pasamos la mayor parte del tiempo teniendo y perdiendo la pelota, si nuestro juego fuera comentado por alguien, indudablemente sería una mezcla perfecta entre nuestros apellidos, porque en el segundo que la tenía Messi, al otro segundo la tenía yo y así.
Ninguno podía avanzar, estábamos cansados y la situación de la cancha no ayudaba, los botines no se fijaban a la superficie y esa sensación jabonosa e inestable hacia que juguemos con algo de miedo y mas fuerza en nuestra piernas, un error de cualquiera de nosotros en la cancha y era un gol asegurado.
Nuestros pechos subían y bajaban de la agitación, la lluvia era más fuerte que antes y golpeaba nuestras caras haciendo que se dificulte ver.
Messi había comenzado a caminar con la pelota, había visto ésto antes, él hacía ésto cuando quería armar una estrategia evasiva, lo que hacía era dar la sensación de que no armaría ningún juego para que cuando tu intentaras quitarle la pelota él pueda rebasarte y correr con libertad a la portería.
Si, había visto los videos de Messi en el Barça, verlo jugar allí era increíble, era una maldita bestia jugando y de esa forma pude entender muchas de las estrategias que hacía, no creí que me servirían, pero ahora estaba agradecido de que mi tonto corazón enamorado me lleve a ver más y más videos del 10.
Me concentré nuevamente en el juego y sabía que tenía que actuar rápido o Leo terminaría de armar su plan y sería una victoria clara para el capitán.