9.0 FINAL.

211 17 15
                                    

💤 | La canción que ambientará el capítulo será Wake Up de BTS.

Nota: Este es el final. Pasé por muchas cosas y quise darle un enfoque diferente al fanfic. Algo más apegado a lo que leo/escribo actualmente. Bye bye.

[...]

Enid estaba fuera del hospital, llevaba alrededor de dos horas en el estacionamiento del hospital, no tenía la paciencia —ni el humor— de estar en medio de un ambiente tan denso junto a su mejor amigo. En realidad, el ambiente no era denso, Rad lo volvía denso al percibir todo de manera catastrófica, y esa fue la personalidad del más alto desde que el chico de cabellos marrones cayó en su profundo sueño, sin preámbulo, ni aviso. Era abrumador para ella no tener el control de la situación como solía tenerlo la mayoría de las veces, así que, en vez de tratar de convencer al poste andante de mantener la cabeza fría, prefirió alejarse y esperar por su cuenta alguna noticia. Tomar aire en un lugar abierto le permitía relajarse de todo el estrés que residía dentro, y también creaba la atmósfera perfecta para pensar.

Desde que llegaron al edificio Rad se había encargado de emanar preocupación excesiva alrededor del estado del castaño, cada segundo que K.O pasaba sin despertar, era un segundo más cerca a que Rad perdiera la cordura. Y con justa razón, puesto que él era el responsable directo de Martín, al menos de manera temporal en la ausencia de Carol, su mamá. Ella había salido de la ciudad y había dejado a su querido K.O al cuidado de Rad, su mejor amigo de hace años

Rad a menudo tendía a hablar al cuerpo inerte del castaño, esperando que sirviera de algo. Tal vez él en su desesperación pensaba que los diálogos sin sentido harían que K.O mágicamente despertara. De hecho la pelimorada había escuchado uno de esos diálogos con anterioridad y fue una de las razones por las que decidió salir y dejar al poste en su locura.

—¡K.O! ¡Enid y yo vamos a jugar con Dendy! ¿Quieres venir? —Exclamó el alien en un vago intento por despertar al castaño de su profundo sueño.

—¡También el Sr. Gar dijo que podías ser el encargado de la plaza por todo el día!

Gar nunca dijo eso, de hecho, él estaba fuera de la ciudad junto a Carol, su prometida.

— Lo será si tan sólo... Despiertas.

Rad hacía su mayor esfuerzo para ayudar pero a medida que el tiempo pasaba sus intentos se volvieron un tanto ridículos. O eso pensaba Enid. No es como si ella fuera de mucha más ayuda, pero, al menos tenía los pies en la tierra y sabía que lo único que podía hacer en una situación así era esperar lo mejor. Mientras aguardaba por buenas noticias acerca del esperado despertar del castaño —el cual era incierto—, se empezó a analizar detenidamente qué demonios había pasado.

Pensó en K.O, en Rad, en Carol, y lo que, a sus ojos, sentía cada uno de ellos. Naturalmente, Carol debía ser la primera en saberlo por ser la madre de K.O, sin embargo, Enid prefirió esperar a que la situación pasase, no solo para alargar la vida de Rad, sino que, era mil veces mejor decir: "tu hijo estuvo en un coma mientras no estabas, pero ya está mejor". Que darle la noticia en ese mismo momento de que su primogénito estaba en una especie de coma sin razón específica.

"¡Hola Carol!, K.O está en en un coma, no sabemos porqué, ni cómo, ni cuándo despertará. ¿Todo está genial, verdad?"

Carol salió de la ciudad durante esos días para inaugurar un nuevo Dojo en la ciudad vecina, un sueño para ella y también una gran oportunidad de crecimiento. Aunque esa solo era una parada porque el objetivo principal era un supuesto robo, el cual se resolvió en un ínfimo tiempo. Establecer una segunda sucursal en una plaza casi tan grande como en la del local original, la cual no contaba con una edificación de esa índole, por lo que no había ninguna competencia. Era prometedor para ella ocupar ese espacio  vacío lo antes posible. Le tomaría unos días planear meticulosamente los detalles de la inauguración, así que decidió dejar a K.O al cuidado de su amigo.

No eres como pensaba - (K.O & T.K.O). ☁️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora