Capitulo 2: Meditar y conversar.
Dentro de aquella pequeña iglesia que a la vez era el hogar de una pequeña pero enormemente unida familia, una calma extraña, reinaba. El silencio era tranquilo en cierta forma, pero no por eso era menos incómodo. Tomando en cuenta la situación actual en que tanto la diosa como su dependiente se encontraban.
En el centro de aquella pequeña habitación sentada en el viejo sofá meditando con sus ojos heterocromatina cerrados. Sujetada por dos adornos de campanas azules con blanco, sus cabellos de color blanco y negro, se encontraban cayendo en dos finas coletas.
Con una respiración profunda, exhalo después. Manteniéndose calmada, meditando al parecer o escuchando una conversación.
Mmmm..Vaya. Nos vemos extraño. — Alzó su cabeza moviendo sus manos y sus dedos con cierta confusión. Volvió a mirar hacia arriba en el reflejo del espejo frente a él, con cuidado, él levantó la mano tocando su reflejo y luego su rostro, como confirmando algo, repitió el mismo movimiento varias veces hasta que la otra mano, como si esta tuviera su propia mente, detuvo con la que se tocaba el rostro.
Bell-kun, estoy de acuerdo contigo esto es extraño. — la voz de la diosa Hestia Resonó en su interior o en su cabeza. O salió de su boca?, esto es muy extraño. Sus manos se volvieron a mover Haciendo un pequeño juegos con los dedos. Meñique con pulgar, pulgar. Índice anular.
—Lo sé hestia-sama, yo me siento extraño —respondió con duda, intentando comprender sus propios sentimientos, o sea, estaba sintiendo. O se sentía como ambos, él estaban ellos juntos, una emoción extraña de confort, lo rodeaba y era cómodo. Y lo hacía sentir tan querido, pero se sentía tan confundido, no sabía si realmente era parte de él. ¿Esa confusión de ambos? ¿de su diosa no podía? ¿Acaso tiene que referirse como ellos? ¿ella? ¿ellos?
él estaba consciente de que su apariencia era leve o bueno, casi por completo femenina. Claramente, dependiendo en su totalidad cómo se arreglaban, vestían o incluso el ángulo en que los veían.— Pero no es incómodo — hizo una pausa — Hestia-sama...puedo preguntarle algo?
—Ah — un pequeño escalofrío recorrió su columna, clara incomodidad — claro bell-kun. — Respondió la diosa —
(Ambos deben de conversar) — La fusión decretó. Se abrazo a si misma deanera suave, inhalando profundo para mantener su mente clara y para calmarse a ellos mismos.
Abrió sus ojos, finalmente levantándose del sofá. Miro sus pies y en un movimiento rápido se los quitó. Guardandolos a un costado de manera ordenada. Caminando por el lugar, con calma temporal, algo difícil al inicio claro. como un mareo o dos, tropezandose un poco cuando sintió una avalancha de emociones.— Solo debemos calmarnos. Aun es algo difícil mantenernos en...esta forma?
—Crees que deberíamos salir? — La fusión miro la puerta, su rostro siendo un juego divertido por unos segundos antes de en un cambio rápido volverse un gesto apenado. Apretando las manos, entrelazando sus dedos en una expresión apenada — N-no creo que sea lo correcto.
—Porque dices eso? Te da vergüenza?
— Por...por supuesto que sí! Bueno...yo, ¡no es tanto como crees! Es solo que.. yo-yo...
—Estas...preocupado?
—.... Tú, ¿usted lo está?
— Un poco...
—Tomare eso como un si.
—Aun...es algo confuso.
—Para mi también lo es.
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Danmachi- Mi Amada pero problemática habilidad
FanfictionUnos días después de los sucesos del minotauro. Bell mira sus actuales amigos, rodeado de cariño que siempre deseo y el calor de una familia. Un deseo extraño se manifiesta, un deseo de comprender y saber las emociones de otros. Advertencias - Broma...