Danmachi- Mi Amada pero problemática habilidad

Capitulo 3 (final)

Los latidos de la diosa resonaron en sus oídos, el grito del joven de cabellos blancos aun pareciera resonar en su cabeza ¿Por que esto había resultado de esta forma? ¿Acaso su buena acción había resultado asi? ¿Su intento de proteger a ese joven había terminado tan mal?

¿Porqué? ¿Porqué? ¿Porqué? ¿Porqué?

Esa pregunta se repetía en la mente de la diosa, su corazón dolido y el miedo la llenaban..pero algo dentro de ella reacciono de manera extraña. ¿Era esto un miedo o un dolor ajeno? o porque se sentía así? ¡ella solo quería protegerlo! ¡¿no era que Bell solo estaba exagerando las cosas?! acaso no podía el ver sus esfuerzos por protegerlo?! 

Ella inflo sus mejillas regordetas y rosadas, sus coletas se movieron mostrando su ira, su rostro se puso rojo y dio fuertes pisotones.

*Pam Pam Pam*

Bell-kun eres un idiota!! como es tan difícil de entender que era por tu bien?!!— La diosa se tiro a la cama, una extraña sensación de ira la invadía. Sentía que Bell estaba invalidando todo lo que ella había hecho por el ¿Por qué ese niño mortal era tan egoísta? ¡Los mortales son tan egoístas!

¿Será que es porque no confié en el?

Un pensamiento cruzo por su cabeza en medio del enojo, estos pensamientos no eran normales en los dioses. No de esta manera al menos. ¿Puede ella realmente culpar a un niño? que aunque para ella sea uno independiente de ser una diosa y su identidad que ha existido desde la creación del mundo  ¿puede realmente juzgar a un niño? ¿un mocoso que no solo a perdido a la única que tenia y vive con (aunque le duela) una desconocida a la que no puede engañar?

Si fuera el, también se sentiría algo atrapado ..Como ella lo estaba en ese templo, siempre leyendo, leyendo y leyendo. Vigilando las llamas del hogar, aquellas llamas de color rojo tan vivas y fuertes mientras los eones solo pasaban en parpadeos y suspiros

Artemisa, Astrea, Hephesto....Aquellas que le dijeron que este era su trabajo y solo leyera, que nadie La buscaba.

Ella estaba sola, atrapada.

—talvez....he Sido solo una tonta ¿Verdad? — El techo sobre su cama, gris como el cielo nublado le hacía sentir más triste.

—Oh Bell.... realmente fue algo estúpido lo que e hecho ¿Verdad? —una sonrisa cansada se formó en sus labios, bajando de la cama y su mirada azulada se refleja en el espejo del baño. Sus coletas flojas por los adornos que habían bajado y perdido su agarre se deslizaban.

Se miró fijamente en aquel lejano reflejo, el recuerdo de verse a mi misma en ese templo sola. Las llamas salvajes y los silencioso que todo era...

Debo ir por Bell

Sus pies giraron, sus musculos se tensaron y como si un viento lejano la empujara y avivará algo en su interior

La llama del hogar se encendió por primera vez en siglos en la diosa

Paso tras paso, su carrera inicio. Ese niño de cabello blanco, tan joven e ingenuo como ella había Sido en algún momento que sus memorias habían Sido ya consumidas por el tiempo.

Dónde? Dónde estás?

La llama se volvía más fuerte, la calidez estaba aumentando, el cariño crecía y el recuerdo de la unión de volvió lejano. Pero la conexión y las emociones del momento volvían. Ese niño había despertando algo que la diosa ya había olvidado.