Naruto y Hinata han llegado de la misión en la Luna y comenzaran el inicio de la relación sentimental más importante de su vida y la noticia estará de boca en boca y por todos los rincones de la aldea no se dejará de hablar de ello. ¿Podrán estos ch...
- "... ¿Acaso lo que hizo fue tan malo? ..." Sai no podía entender qué estaba mal en la acción de Naruto, sin embargo, el fuerte coscorrón que le propinó Sakura, le indicaba que lo que estaba viendo no era precisamente adecuado.
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- "¿Por qué me estás golpeando? ¿Yo qué hice?" Sai con visibles lágrimas de dolor en sus ojos, le reclamaba a Sakura por aquella violenta acción.
- "Porque eres un tipo raro, estúpido y socialmente inepto y debes saber que esto se hace en privado, además Naruto, tampoco se irá sin su coscorrón ¡¡¡Shannaro!!!" Sakura respondía con furia a Sai mientras veían el rápido descendimiento de Naruto y Hinata quienes continuaban besándose ajenos a la vista de todos.
- "¡Por lo menos fíjate en cómo vas a caer, idiota! Mendokusei" Shikamaru francamente estaba hastiado de ver las demostraciones de amor de estos dos; mientras tanto, Naruto sólo sonreía mientras seguía besando a Hinata y les exponía su dedo medio de la mano como dándoles a entender lo poco que a él le importaba su impertinencia. Shikamaru, al notar que no era escuchado, decidió que Sai interviniera en aquella situación:
- "Es un fastidio lo que te voy a pedir, pero, ayúdalos con tu Jutsu Sai, por lo visto a este par de idiotas no les importa estrellarse de plano contra el suelo"
Sai activó su Ninpou Choju Giga para crear una gran y afelpada ave en la cual, Naruto y Hinata pudiesen rebotar en medio de su caída. En medio de todo, el equipo de Shikamaru estaba preocupado por las posibles lesiones que los nuevos amantes se podían ocasionar en medio del delirio del amor.
Mientras tanto; en Konoha se sentía un ambiente de tranquilidad al verse sanos y salvos del peligro. Kakashi levantaba su mirada hacia el luminoso satélite, dándose crédito por sus corazonadas, pero, lo que estaba visualizando, estaba muy lejos de sus alcances, corazonadas o predicciones: dos siluetas, dos amantes y un apasionado beso cuyo fondo era la misma luna que hasta hace poco, representaba una muerte segura para la humanidad. El Hokage pensaba para sí mismo que su cansancio y agotamiento le estaban jugando una mala pasada, pero allí siempre estaba su fiel amigo, para que, cuatro ojos, vieran mejor que dos:
- "Gai ¿Estás viendo lo mismo que yo?"
- "Ohhhhh ¡por supuesto! ¡Ese el espíritu joven de los shinobis más valientes de toda Konoha! ¡¡¡Sigan así muchachos, hay que explotar el ardor de la pasión y la juventud!!!"
Gai confirmaba lo que Kakashi estaba viendo con sus propios ojos y ante sus estruendosos alaridos la aldea dirigió su mirada hacia la notable escena y todos pudieron observarlo en primer plano: Naruto Uzumaki y Hinata Hyuuga, estaban dándose un apasionado beso sin importarles nada a su alrededor.
Naruto y Hinata habían caído suavemente sobre el lomo del ave producto del jutsu de Sai. Naruto no pensaba en las apariencias ni en lo que pudieran pensar de ellos en ese momento. Ciertamente, nunca le había importado y mucho menos ahora que estaba descubriendo qué era el amor real.
Él, era ávido, apasionado en besos, exigente y dominante. Ella, era fuerte y respondía con vigorosidad a sus demandas y estaba a la altura de sus besos. Ella lo invitaba a seguir, a continuar, a no detenerse. Él feliz de aceptar tal reto. Y eso mismo era lo que podían ver todos en tierra.
Las siluetas amantes se veían en primer plano. Kakashi podía saber lo que significaba y Gai seguía con su jubiloso estrépito. Hiashi Hyuuga, quien aún estaba recibiendo atención médica inmediata pudo percibir los rumores y los cuchicheos que mencionaban palabras tales como Hyuuga, Uzumaki... Hinata.
En ese momento guardias del clan habían llegado para certificar el estado de salud de su líder gracias a que habían sido informados, que, el renegado ninja de Konoha, Sasuke Uchiha, lo había salvado de una muerte segura en el desierto y lo había traído de regreso a salvo a la aldea. Sin importar los cuidados y recomendaciones que Ino y la guardia de su clan le recomendaban, él mismo se había puesto de pie y llegado hasta la pequeña terraza improvisada desde la cual Kakashi y su equipo habían monitoreado el suceso lunar.
Asombrados, los presentes se inquietaron ante las palabras de Hiashi Hyuuga al fijar su vista hacia la luna:
- "¡Byakugan!".
Kakashi intervino inmediatamente.
- "Hiashi-Sama, le pido mis disculpas, Naruto no es un..." Hiashi alzó cortésmente su mano para detener las palabras de Kakashi, a quien le respondió escuetamente:
-"Era algo que se veía venir. Además, es decisión de mi hija y de nadie más".
-"Le puedo asegurar que Naruto nunca le hará daño, él, aunque sea nuestro alumno, dista mucho de Jiraiya-Sama o de mí" Kakashi sentía la necesidad de limpiar la imagen de su discípulo ante la cabeza de clan más poderoso de Konoha.
-"Para quienes lo conocimos, Jiraiya-Sama fue hombre de una sola mujer, y todos siempre supimos quien fue la que estuvo en su corazón y donde no cabía nadie más. De ti conocemos tu valentía y la capacidad de protección de la aldea y eso es lo que importa en la formación de un alumno"
-"Le doy mi palabra Hiashi-Sama que estarán bien, esto es solo el comienzo de lo que ha de venir"
- "Hokage-Sama, la única palabra que importa es la de ellos y lo que harán de ahora en adelante. Le pido un permiso, deseo retirarme a mi casa y enterarme por mí mismo qué ha sucedido con toda la gente de mi clan." Hiashi se disponía a salir apoyado de sus guardias cuando escuchó una ultima interpelación de parte de Kakashi.
- "Hiashi-Sama, puede que Naruto no sea tal vez el diamante más brillante, pero sé que Hinata y él podrán llegar muy lejos con la ayuda el uno del otro"
- "Hinata no necesita mi permiso, Neji le enseñó con su muerte lo que era la verdadera libertad y ella aprendió muy bien la lección... ella no se dejará robar de nadie, el tesoro más preciado que mi querido sobrino le ha dejado" en ese momento Hiashi, lento y adolorido, se retiró en compañía de sus guardias dejando a Kakashi atónito ante sus respuestas. Gai, puso su mano sobre el hombro de Kakashi y habló para quienes presenciaron aquel diálogo:
- "No necesitas intervenir por tu chico. Naruto es un hombre y como tal debes verlo de ahora en adelante, él ya no es el pequeño que buscaba la atención y el reconocimiento de los aldeanos, eso, él ya lo ha logrado, ahora su objetivo es otro, está en la búsqueda de su propia felicidad. Siempre se esforzó por hacer felices a otros por encima de sí mismo, ahora es cuando por fin entiende que él también merece ser feliz y nada mejor que una chica como Hinata que también ha luchado por su felicidad incansablemente, es honesta, transparente y pura. Yo, que fui el maestro de Neji, puedo asegurarte que si él estuviera entre nosotros, sería el más feliz de ver lo que nosotros estamos viendo hoy" Kakashi miro a su amigo y se alegró de tenerlo a su lado porque a pesar de su confirmada locura, Maito Gai era el Shinobi más cuerdo con el que él podría contar.
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