Capítulo 2.

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Después de platicar como había llegado ahí ellos decidieron llevarme a su casa, esa noche me quedaría con ellos, eso me daba algo de miedo ya que eran dos hombres y yo era solo una. Pero después mis nervios se controlaron al decirme que tenían a su hermana y a su mamá en casa, y a sus hermanos su papá y su cuñado mejor amigo.

Después de viajar media hora en su coche vi su casa, pero eso  no era una casa eso era una mansión.

Al entrar ellos le explicaron a sus padres y a todos que estaba haciendo ahí al principio pensé que su mamá me echaría pero todo lo contrario me trato como a una hija más igual su hermana Rydel, la que estaba embarazada, decidió que me prestaría su antigua habitación ya que ahora dormía con Ellington su futuro esposo.

Cuando entre al cuarto de Rydel, estaba pintado de rosa pastel, había unas fotos de ella y su armario estaba con unas cuantas cosas. Ella me dijo que como solo era una noche ahí había todo lo que necesitaba.

Escuche como Riker y Ross le decían que yo estaba cortada a su familia y que tenía leves moretones en los brazos.

-Tal vez sea de un orfanato- dijo Rocky

-O tal vez vive en la calle- concluyo Ellington

-No lo creo, dijo Stormie- vean la ropa que trae, al parecer vive bien, no creo que sea de la calle

-Qué tal si la robo- dijo Ryland

-Ninguna de las anteriores- dije bajando las escaleras. Todos dirigían su mirada a mí un poco avergonzados de que yo hubiera escuchado todo- No vengo de un orfanato, ni soy de la calle, tampoco la robe, y no, no vivo bien, mi padre se ha encargado de hacer de mi vida y la de mis hermanos un infierno, mi padre es Thomas Davis- dije, todos reconocieron quien era, lo pude ver en sus caras, todos estaban pálidos, tenían a la hija de un delincuente en su casa- pero que sea su hija no quiere decir que yo sea igual- concluí- yo no soy igual a él ¿creen que si fuera igual a él estaría en la calle? Pues no, él me ha tenido 6 años encerrada en una habitación con llave, jamás salgo, es rara la vez que me da de comer, el me golpea golpeaba a mis hermanos y ahora golpea al que queda. Mi vida no es nada fácil. Y si quieren que me valla lo entiendo, no es fácil tener en tu casa a la hija del delincuente más buscado, así que no se preocupen me iré sería igual de todas formas.

Despues de dar mi discurso conmovedor salí por la puerta principal y vi que aun llovía y no me importaba me arriesgue y salí, pero casi se me salía el corazón al verlo ahí afuera, ¿Qué estaba haciendo ahí?

-James, ¿qué haces aquí? -Dije asustada

-Me saco- dijo levantando una ceja

-Ven- dije tomando su mano

Pero me di cuenta de que no estábamos solos, cuando James no despegaba la vista de la casa, voltee a ver y todos estaban ahí viéndome como era capaz de defender a mi hermano de todo. No le di importancia y volví a prestar atención a mi hermano, lo tome en mis brazos y lo cargue, y me fui alejando.

-________- grito uno de ellos parecía la voz de Ross

Voltee a ver que quería.

-¿Qué pasa?- dije

-No te vayas quédate, hasta mañana

-No puedo

-Claro que sí, si quieres el igual puede quedarse

Pero James no quería si no quería recibir una golpiza tenía que irse a casa.

-No puedo Ross

James se bajó de mis brazos y me puse en su estatura.

-Tranquila, estaré bien me iré con él y me quedare y no escapare

-En cuanto pueda volveré por ti James, te prometo que no volverás a sufrir, te lo prometo-  bese su mejilla y el rio

-Me iré- asentí- le diré que no te encontré en ningún lado, así pensara que te has ido y un día en la noche iras por mi ¿de acuerdo?

-De acuerdo- respondí, el salió corriendo hacia la casa, y yo volví a ver a Ross.

Estaba impactado, de cómo habíamos creado un plan de la nada. El camino había mí.

-¿Es tu hermano?

-Medio hermano, mis hermanos están con mi tía hace algunos años los ayude a escapar y mi prioridad es hacer lo mismo con James.

-No puedo creer que seas hija de Thomas Davis

-Lo debiste imaginar, mi apellido

-Sí, pero Davis es un apellido normal

Reí.

-Ross. Ay no déjalo así.

Ahora rio él.

Wow tenía una risa hermosa.

-Y que pasara con tu familia crees que me dejen quedarme

-Oh claro que si, después de ver esa escena de amaran, además Rydel será madre y pues tu criaste a 3 niños, querrá tu ayuda

-La ayudare, cambie pañales desde los 5 años, tener un bebé nuevo no será nada

-Bien vamos que terminaremos con un resfriado

Entre de nuevo y todos se disculparon, les dije que no era necesario. Subí a mi supuesta "habitación", me quede despierta.

Eran como las 3 de la mañana todos ya estaban dormidos, meno yo. Estaba observando como llovía, y pensaba en James, él estaba solo ahí afuera, a un que no fuera hijo de mi mamá lo quería que no podía dejar que algo malo le pasara. No lo podía dejar ahí, tome un pantalón que había en el armario, unos tenis y salí de la habitación. Baje con cuidado las escaleras cuando Rocky estaba en la cocina tomando un chocolate calienta. No podía irme si él estaba en la cocina, me vería. Trate de no hacer ruido cuando escuche algo. Riker.

Mierda.

Estaba en la puerta de su habitación mirando hacia abajo apoyado en el barandal.

-Rocky- dijo Riker- Deja de hacer ruido.

-¿Qué? ¿Y? ni siquiera he hecho un solo ruido. Solo tome una taza.

-No me interesa, quiero dormir. Mañana tengo una junta muy importante a primera hora.

-Si, como sea. Yo no he hecho nada.

Riker volvió a rentrar a su habitación y cerró la puerta. Pero ahora otro problema Rocky venia.

Corrí  hacia la sala y me escondí detrás del sillón, al parecer no me vio.

Salí por la puerta y salí corriendo. Aun llovía. Corrí hasta llegar como a dos cuadras de casa. Siempre me habían dicho que era muy rápida. Bueno después de casi 6 años tratando de huir de casa, algo debía de funcionar de todas esas veces que casi chocaba contra el piso.

Llegue a casa. James estaba bajo el árbol que había en la entrada. Cuando me vio se abalanzo sobre mí.

-Creí que te quedarías hasta que estuvieras segura de que hacer.

-Sí, pero no puedo dejarte aquí. Te enfermaras y morirás.

-¿Moriré?

-Claro, ellos jamás se tomarían la molestia de ir con un doctor a que te recete algo, para ellos menos niños igual a mayor sobrevivencia.

-¿Y qué harás?

-Bueno como no puedo irme, te subiré.

Siempre lo hacia lo metía por la ventana de la habitación cuando nos quedábamos afuera.

Lo subí al techo del auto, lo ayude a que llegara a la ventana, levanto el seguro y entro.

-Gracias- dijo él.

-De nada ahora adiós, pronto vendré te lo prometo.

Cerré la ventana y para mi sorpresa cuando baje del techo del auto los 8 estaban ahí, parados frente a mí con una cara de ternura.

"Adicta al dolor" [Ross Lynch y tu] (Temporada 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora