Primer capítulo. "Destinos"

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-Vamos que se hace tarde.
-Papá no quiero ir... ¿Por qué no podemos pasar año nuevo juntos?
-Tu madre quiere que vayas a Israel un tiempo...
-¡No, tu quieres quedarte solo para estar con tu maldita novia!...
-¡Ya basta!- Se escuchó una voz potente y enojada... -Tienes que obedecer, te guste o no.
La adolescente llorando y asustada por el grito de su padre agarró su bolso y salió por la puerta. Paso por al lado de él mirándolo con tristeza. Tiró el bolso en el maletero y subió al auto.
Él entro al auto sintiendo culpa de haberle gritado así... -Disculpame yo...- Ella no lo miro... Se colocó unos audífonos y miraba por la ventana.
Él bufo y arranco el auto. Ella veía como se alejaba lentamente de su casa... Seguía llorando y enojada con su padre. Dos horas tardaron en llegar al aeropuerto. Ellos bajaron del auto, aún ella estaba enojada. Tomo el bolso y siguió a su padre... Estaban haciendo la fila para presentar los boletos y documentos... cuando la chica en su desesperación comenzó a correr alejándose de su padre... -¡si no quieres estar conmigo me voy, pero no iré con mí madre!. - grito. -¡Detente!.- grito su padre, corriendo trás ella. La joven corrió por todo el aeropuerto, bajo y subió escaleras... hasta que perdió de vista a su padre, sin embargo no dejo de correr desesperada, buscando salir. De pronto ella empezó a sentirse fatigada, mareada, perdiendo la noción del tiempo, la joven choco de lleno con una mujer que estaba parada despidiendo a alguien. Este choque hizo que cayeran las dos al suelo. La adolescente quiso levantarse pero estaba tan mareada que agarró su cabeza. La otra mujer, se levantó sin entender mucho que sucedía y vio a la joven agarrando su rostro. -Oye ¿estás bien?- pregunto dulcemente. La chica la miro -discul...- y se desvaneció cayendo en los brazos de la mujer. -¡Chica! Rayos. ¡¡¡Ayuda!!!- empezó a gritar. Tomo los signos de la chica y estaban débiles a pesar de la corridas que hizo por todo el aeropuerto. La reanimó hasta que llegaran los parámedicos. La chica luego de un rato empezó a toser y a moverse en el suelo. -Oye, tranquila. Estoy aquí- dijo la mujer, aliviada y acariciando la cara de la chica. -¿Por qué corrías? ¿Dónde están tus padres?.- eso puso nerviosa a la joven que comenzó a alterarse. -Calma, te puedo ayudar. Ven conmigo, si estás pérdida podemos llamar a tu familia desde mí casa.- la mujer le extendió la mano y la joven acepto. Pensaba que por lo menos un rato de paz iba a tener lejos de su padre y madre...
Los parámedicos la revisaron y vieron que todo estaba bien. La mujer hablo con las autoridades para hacerse cargo de la joven hasta encontrar a sus padres. Oomo se veía honesta y presentó todos sus documentos, no vieron ningún problema y la dejaron. Una vez que ella devuelva a la chica debía notificar a la policía local.
-Bien jovencita, vamos a mí casa. Allí te ducharás y comerás. Luego hablaremos con tus padres. ¿Entendido?- dijo dulcemente.
-Si. Entendí. - dijo de mala gana.
-Saca esa cara.. eres preciosa para estar así.-
-Es que no lo entiendes. No soy feliz en mí casa...-
-Escucha, me contarás tranquila en casa. Ahora intenta calmarte. Si no, no podrás pensar claramente. - dijo en forma de consejo.
En la puerta del aeropuerto tomaron un taxi para la casa de la mujer. La chica se durmió en el hombro de la mujer. Hasta que llegaron al departamento. No quería pero debía despertarla para poder subir a su casa. -Llegamos jovencita. -
El departamento se encontraba en una hermosa calle de Londres... 28 Bramerton St. A penas abrió la puerta, la joven sintió algo extraño en su ser... era comodidad y paz. Era un hogar pequeño, cálido....familiar. El olor a vainilla impregnaba todo el ambiente. -Bienvenida a mí casa-dijo alegre la mujer. -Sientate cómoda en el sofá que prepararé algo rico para cenar.
La joven obedeció....se sentía en calma. -Prende el televisor si quieres, usa la PC... juega con la play... Está todo ahí. No sé que le gusta a los jóvenes hoy en día... Mí casa es tu casa. Siéntete cómoda pequeña.-

La joven solo atino a decir un -gracias- amablemente.
La mujer le preparo unos omelettes, y una ensalada abundante. También preparo a parte una ensalada de frutas para las dos.
Salió de la cocina y la vio a chica dormida en el sillón con el control remoto del televisor en sus manos.
-pequeña vamos a cenar..- la llevo a la mesa de la cocina, se lavaron las manos y comieron. La joven comió con desesperación.
-Voy a creer que cocino rico- dijo riéndose.
Esto provocó que la joven le regalará una sonrisa. Cosa que no había hecho en todo el día.
-cocinas muy rico... Nunca probé algo tan delicioso.- dijo con sinceridad. -mi padre no sabe cocinar-
La mujer se rió con ganas. -Bueno si te enseño puedes pasarle la sabiduría a tu padre... ¿Por cierto, cómo te llamas pequeña?. La chica la miro -Polina, me llamo-. Que hermoso nombre. Mucho gusto Polina. Yo soy... -de pronto se abrió la puerta y un hombre entro a la cocina. - Ian ¿Qué haces aquí?- él se acercó a abrazarla. -Amor pensé que te había pasado algo... No respondías mis llamadas ni los mensajes y vi que te caías. - ella lo miro y se tomó la cabeza. -¡Ay no! Discúlpame. No preste atención a mí celular. Estaba ayudando a esta joven que se desvaneció en el aeropuerto. Prometi que llamaríamos a su familia una vez este relajada. - él miro a la niña. -lo importante es que estén bien.- Ian se acercó a la chica y le extendió la mano. -Un gusto y bienvenida. ¿Cocina rico mí novia verdad?- Polina miro el plato, se rió y sonrojo. No era para menos, tenía en frente a un hombre muy apuesto. Cabello negro y ojos celestes claros. Una voz gruesa y encantadora. -¿Qué pasará con tu vuelo Ian? -dijo la mujer mientras le preparaba la cena, provocando que ambos la miren -No te preocupes vida, trabajaré desde aquí. Hablé con mí jefe y pasamos la reunión para más adelante.- ella lo miro -Buenísimo, podremos ir a ver esos muebles que necesitamos para la habitación- dijo alegre y humilde. Esto enamoraba aún más a Ian... Se le notaba en su manera de mirarla. Polina sintió un poco de vergüenza de estar allí y pidió permiso para ir a bañarse. -Disculpen, no quiero interrumpir, yo... Quisiera saber si puedo ir a bañarme.- La mujer la miro con dulzura. -Claro, ven.- la llevo de la mano al baño que se encontraba frente a la cocina. -Aqui hay un mueble que tiene toallones y toallas. Aquí tienes jabón de frutilla o vainilla. Los azules son de Ian y aquí tienes perfume, desodorante, shampoo y acondicionador sólido y mis cremas. Usa lo que necesites....aquí tienes el grifo de agua fría y caliente. Cualquier cosa me llamas. Estaré en la cocina con Ian.- Polina la miraba con cariño y tristeza... en el fondo estaba deseando que su madre fuera igual a ella... -Gracias... No sé tu nombre- dijo Polina. -Soy Elena- dijo alegre la mujer. - Gracias Elena- dijo con los ojos cristalizados.

Mientras tanto en el aeropuerto su padre la buscaba desesperadamente. Se dirigió hasta los policías del lugar y mostrando una foto de la joven consulto si la habían visto. -Disculpen oficiales, mí hija se me escapó y estoy desesperado. Soy colega suyo- él mostró su identificación. -Señor, su hija salió del establecimiento con una mujer. Dejo sus datos para que se comunique con ella.- él tomo en sus manos unos papeles donde se encontraban los datos de la mujer. -¿dejaron que se fuera con una desconocida?- dijo enojado. -disculpe señor su hija se veía bastante mal y la mujer ofreció todos sus datos para ayudarla. Dijo que una vez se encuentre con su hija ella daría aviso. - Resignado el hombre salió del aeropuerto para llamar a la mujer.

En la casa de Elena sonó el teléfono y atendió Ian. Ya que Elena se había ido a ayudar a Polina.
...llamando...
-...¿Hola?
-...Hola, disculpe señor, llama el padre de Polina. Los policías del aeropuerto me dijeron que se encontraba con una mujer. Me dieron este teléfono y yo...
-...si, aguarde que le paso con mí novia.
-...ok...
Al rato...
- ¿Hola? -dijo una voz suave. Que dejó al hombre shockeado... Esa voz... Él la conocía.
-¿Hola? -volvio a repetir la mujer.
-Hola- dijo él, cortante y angustiado. -usted está con mí hija me avisaron los policías del aeropuerto.
-Si. Un gusto y disculpe, no sabía que otra manera ayudar a Polina. Estaba agitada y se desvaneció en el aeropuerto. Así que decidí traerla a mí casa, para que se bañe y coma. Ahora ya está más calmada...-
-Gracias, no era necesario. Ella se escapó de mí lado.-
-Los jóvenes son así. Bueno si tiene para anotar le pasare la dirección de mí casa para que pueda venir a buscarla.-
-Me parece perfecto.- ella le pasó la dirección y lo saludo cordialmente. Él solo la saludo frío y enojado. Esa misma noche salió a buscar a su hija. Aunque esa voz él la reconocía... Pero era imposible... Él pensaba que era cosa de su imaginación. -¡Basta! No es ella. No es posible es más es imposible... -decia mientras golpeaba su cara con las palmas de sus manos... Es imposible....


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Hola mis amores! Les traigo la primera parte de la continuación de la primer historia que escribi.

Espero que les guste. Va a traer muchas sorpresas. Personajes que conocemos van a tener historias de vidas que no imaginábamos.

Les dejo con el primer capítulo "Destinos".

Nos vemos en el siguiente.

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"En búsqueda de la luz"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora