Pov Freen
—¿¡QUE HIZO QUE?!—
—Deja de gritar— Mire a Noey enojada mientras que la muy vaga se rascaba una oreja —la verdad, es que a mi también me sorprendió, cualquier otra persona lloraría porque fue humillada de esa forma pero esa chica, se levantó como si nada y me dio dinero para mi almuerzo ¿puedes creerlo? Al parecer el angelito no es alguien fácil.—
—Entonces tendré que traer la artillería pesada, llama a Baitoey y dile que tenemos problemas — Noey me miró divertida y no dudó en sacar su teléfono.
Con esto sería más que suficiente.
(....)
Es un martes por la mañana, me levante y me puse algo casual y por supuesto, llevé conmigo mi sudadera favorita.
Camine por el pasillo que estaba vacío, eran las 6:15 a.m, casi nadie venía a esta hora y si lo hacian, eran muy pocos estudiantes. Era relajante para mi, pero duró poco al ver a cierta chica dirigiéndose a su casillero dando pequeños saltitos.
Ayer recibí una llamada de Baitoey diciéndome que estaba todo preparado, así que estaba apunto de ver su reacción en vivo y en directo.
Antes que me pudiera esconder, Becky dirigio su mirada donde yo me encontraba, no pude evitar fruncir el ceño cuando se acercó a mi. Vaya manera de amargar mi mañana.
—¡Freen, buenos días!— me cruce de brazos examinandola, traía una linda falda color blanca, al igual que una camisa muy delgada ¿Qué acaso no tenía frío? — Oh, tengo que darte algo— Saco de su bolso un pequeño cuaderno color rosa con pegatinas infantiles —ayer no fuiste a clases, así que copie los apuntes para ti— extendió el cuaderno hacia mi.
Chica tonta.
Con una mano golpee el cuaderno tirandolo al suelo y aplastandolo con mi zapato
—¿Tienes 5 años? Te das cuenta que ese cuaderno es horrendo y a un así te atreves a pegarle estúpidas pegatinas para niños, lo único que me causa es que mis ojos sangren al ver algo tan feo. —
Hablaba mientras miraba fijamente el cuaderno, cuando levante mi vista para mirarla vi pequeñas lágrimas salir de sus ojos. Lo que extrañamente me causó una punzada en mi corazón y que algo en mi estómago se removiera tal vez fueron los huevos con jalea de esta mañana, no debería de volver hacer combinaciones raras.
—¿Por qué eres tan cruel? Yo solo quise darte un detalle lindo y tú solo lo tiraste sin ningún sentimiento ¿Acaso es por que me senté en tu lugar ayer?— sus lágrimas salían cada ves más mientras me miraba.
—Yo no....y-yo no quise h-hacer eso, d-disculpame— mierda, estaba nerviosa ¿cómo hago para que se calle y deje de llorar? Nadie podía verme de esta manera tan vulnerable, sino mi reputación caería en picada.
Tomé su mano con rapidez y la jale hacia el cuarto de mantenimiento mientras escuchaba como su llanto se hacía cada vez más fuerte. Al entrar lo cerré con seguro volviendo mi vista hacia Becky que seguía llorando abrazandoce así misma.
—Y-ya no llores, sino.... ¿el coco vendrá por ti?— me di una cachetada mental, ¿en serio había dicho algo tan estúpido? Pero al parecer funcionó, porque la escuche reírse bajo. Di un suspiro antes de hablar —no quise decir eso de tu cuaderno, es lindo pero no tan lindo y era verdad cuando dije que me podían sangrar los ojos. Pero agradezco que hayas tomado los apuntes por mi y puedes seguir sentandote conmigo si eso te hace sentir mejor.—
Me acerque a ella para limpiar con mis pulgares el resto de lágrimas que quedaban en sus ojos, si algo que me había enseñado mi madre era que cuando la había cagado tenia que dar una disculpa sincera, así que mínimo tengo valores.
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Bad Girl | FreenBecky
Roman pour AdolescentsFreen Sarocha es una matona, sarcástica, cruel y sobre todo era temida por todos. Salvo por una chica nueva, que había hecho que su corazón quedara fechado después de una simple sonrisa y un dulce beso en la mejilla. Definitivamente sería su perdici...