Kakucho es un chico que a perdido mucho en su vida, desde la pérdida de sus padres cuando era solamente un niño hasta la pérdida de la única persona que a podido ver cómo familia y hasta su primer amo, Izana Kurokawa, después de perder a aquel chico...
Un pasado el cuál yo quisiera no volver a recordar, no volver a un sentimiento igual, la única persona que simbolizó cariño, la única que no pensó que era una persona horrible, la única persona que estuvo para mí, mi única famila, Izana. El único amor que tube, no fuí lo suficientemente fuerte y capaz como para protegerte, yo era tu siervo y por lo tal yo debía de ser aquel que muriera esa día, ¿porqué me salvastes? Yo no era nada más que una vida que se sacrificaria por su rey, mi rey. Nunca quize esto para tí, solo quería seguir a tú lado, tan sólo seguirte viendo, escuchando, protegiendo, tan sólo era eso, Izana, te necesito más ahora que mi corazón lo pide.
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-"¿Recuerdas a Izana Kurokawa?"-
-"¿El idiota que murió para defender a un inútil siervo?"-
-"Si, el mismo, no puedo creer que alguien así haya dado su vida por un imbécil marica como él"-
-"JAJAJA! Tienes total razón X"-
-"Al parecer no era tan fuerte como decían~"-
-"Solo era un egocéntrico de mierda que tenía a sus perros fieles y ya, no era la gran cosa, murió de la manera más patética posible"-
-"Pfft... Solo un marica moriría así, se hizó justica, esos imbéciles no merecen vivir, solo les lastimariamos sus lindas uñitas rositas~"-
Risas, risas burlonas se hicieron presente en la habitación mientras que lejos aquel chico peli negro con su único ojo visible los escuchaba con total enojó
Número 3 en Bonten; Kakucho.
Solo el sabía que tan equivocados estaban aquellos idiotas al hablar así de Izana, en estos momentos desearía ir hacía ellos y darles una buena paliza mientras los escuchaba pedir clemencia para que parará, el no perdonaría a las escorias que soltaban total basura de su rey, estaba claro desde el día que hicieron su reino juntos, Tenjiku, aquel reino que formaron juntos desde que se conocieron en esas casa con aquellos viejitos, era su lugar favorito, aveces los iba a visitar aunque no volvió a ver ese lugar igual desde que había cumplido 13, aquellos 13 donde perdió su símbolo de pureza, limpieza, aquel símbolo de virginidad, si, el había perdido su virginidad a los 13 con el mismísimo Kurokawa, aún recordaba como se aferraba a los hombros del mayor para tener estabilidad, como daba pequeños suspiros para recuperar la cordura la cual nunca volvió por lo tanto que el moreno maltrataba su interior, como el rogaba por más y escuchaba la ronca voz del peli blanco denigrando su ser, descubrió que le gustaba ser tratado así desde ese momento, pero no por cualquier persona, solamente por el, solo por Izana Kurokawa.
-¡Kakucho!-
Una voz lo despertó de su trampa mental ante aquellos recuerdos
-Mochi... ¿Qué sucede?- preguntó el chico mirando al de barba
