Prominente (gay)

Capitulo 13

    Ciertamente, Scott desde siempre fue un niño mimado, no le hacía falta pedir algo dos veces, pues en pocos instantes lo tendría en sus manos, tampoco necesitaba el afecto de sus padres, ya que lo conseguía por parte de lo material, siendo consolado por ásperos y duros pedazos de papel verduscos.

    Nunca sintió la necesidad de que sus padres le hicieran sentir amado, pues en realidad el joven nunca supo lo que esto significaba. El creía que se sentía bien, pero cada día que pasaba, su mente y él mismo eran insaciables, cosas que antes le llenaban ya no lo hacían, Scott quería cosas distintas cada vez más.

Desde muy temprana edad, Scott tuvo una explosiva personalidad, en muchos casos utilizando la violencia, esto como consecuencia de no conseguir lo que quiere en el momento. Podríamos culpar de esto a su padre, Scott creció viendo como este agredía a su madre, y esto de cierta manera, le dio una idea a Scott de cómo deberían ser los roles y lugares en una relación, el hombre debía ser fuerte y bárbaro, mientras que la mujer debía ser sumisa y obediente...

Lo que cautivó a Scott de Angelo, era su aspecto, le encanta su rostro, sus delicadas facciones coloreadas en un rosáceo constante, sus regordetas mejillas y sus orbes color olivo, todo esto combinado con la inseguridad y timidez reflejada en el niño, lo hacían ver tan inocente, tan puro, tan hermoso, tan dominable...

Esto, sin duda, era lo que Scott buscaba, sentía que el niño fue creado para él, para su satisfacción, para una única finalidad, o sea, para obedecer a su hombre.

Scott había llevado a Angelo a un lindo mirador, las luces de la ciudad resaltaban entre la densa y oscura noche que los envolvía, Angelo estaba fascinado, sabía que aquel mirador era conocido en la ciudad, pero era su primera vez en él, también se estaba muriendo del frío, podría jurar que un refrigerador estaría mas cálido, se envolvió a si mismo entre sus brazos, su mandíbula temblaba un testigo del frío que estaba sintiendo. Sin embargo, Angelo decidió callar, sentía que si llegara a mencionar algo de eso arruinaría en momento, solo quería estar ahí, con Scott, aunque se sienta un poco vulnerable a su lado, también se sentía protegido.

_¿Te gusta?_ preguntó Scott, pasando su fibroso y venoso brazo sobre los hombros de Angelo, este se acerco un poco más al mayor en busca de calor.

_¡Me encanta!_ dijo Angelo risueño, el brillo en sus ojos lo hacían ver como un mismísimo angel _G-gracias por traerme Scott_ dicho esto, el menor paso sus delgado brazos por la el torso de Scott en forma de abrazo, siendo aceptado de inmediato por el contrario.

_No hay de que, pequeño_ dijo Scott bajando sus mirada hacía a Angelo a la para que acariciaba su suave cabello _Te mereces esto, y más...

Las mejillas del niño se coloraron, sin duda Scott era todo un casanova, el mayor al ver aquel sonrojo en el rostro del niño lo acarició, empezó con sus mejillas, bajando por su cuello, pasando por su pecho, hasta que llegó a su cintura.

_Angelo, eres hermoso_ dijo Scott apretando el agarre en la cintura del niño, no al punto de llegar a causar daño, pero si era uno fuerte. El meno al escuchar eso desvió la mirada, no entendía el por que Scott le hacia tantos cumplidos, sin duda tendría que acostumbrarse al mayor, pues la manera de ser de este se le hacía muy curiosa al menor.

El mayor al no recibir respuesta del menor, lo tomó de la barbilla e hizo que el niño lo mirara a la cara, Angelo estaba nervioso, si dice que no estaría sintiendo mariposas en su estómago, estaría mintiendo, pero también lo haría si dice que no está asustado.

Scott, poco a poco acercó su rostro al del menor, los labios de Angelo se veían exquisitos a los ojos del mayor, tan rosados y suaves, sin duda estaba abusando de la falta de carácter del pequeño, pero a pesar de esto, lo besó, este beso fue obsceno, siendo guiado por el mayor, Angelo nunca se imaginó que estaría haciendo esto, su conocimiento por estas cosas no era nulo, pero tampoco era extenso.