Octava parte.

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Era mi despedía de soltero y se supone debería estarla pasando genial, debería estar divirtiéndome con mis amigos y estar súper feliz. Debería, más no estoy.

El festejo se llevaba a cabo en mi hogar, aunque en estos momentos aquel lugar se sentía lejos de ser uno.

Música alta y bebidas pasando de un lado al otro, siquiera sabía donde estaban mis amigo y no tenía ganas de buscarlos.

Salía a la calle en busca de aire fresco.

Era jodidamente tarde y estaba muy mareado por todo el alcohol que ingerí. En algún punto comencé a caminar sin rumbo solo dejándome guiar por mis pies, hasta que un sonido llamo mi atención, era mi teléfono, lo saqué del bolsillo de la chaqueta que tenía puesta y conteste sin siquiera ver quien llamaba.

- ¿Hola..? - nadie respondió solo se escuchó un largo suspiro.

- Si esto es una bro...

- Chan...- y en ese momento mi alma salió de paseo fuera de mi cuerpo.

- Innie. - apenas dije mi teléfono se apagó.

Quería morir, revivir y volver a morirme en ese mismo momento.

Luego de casi un año y medio Jeongin volvía a llamarme y justo en ese momento mi teléfono decide apagarse. Debía ser una broma una de muy mal gusto.

Y entonces una idea llego a mi cabeza.

Corrí tan rápido como mis piernas me permitían, agradecía tener piernas largas en ese momento. Luego de casi caerme de cara unas diez veces -no me juzguen recuerden que estoy medio borracho- llegué a mi destino: la casa de Jeongin.

Sentía mi pulso acelerado y las manos cada vez más sudadas, en cualquier momento me desmayaría.

Junte fuerza suficiente para tocar la puerta, está se abrió un tiempo después aunque apenas y pude ver a Jeongin ya que está volvió a cerrarse con fuerza.

Estuve apunto de tocar nuevamente cuando está se abrió dejando ver el pequeño pero hermoso cuerpo del que alguna vez fue mi omega, no mucho tiempo después pude sentir sus pequeños brazos rodear mis hombros y su rostro esconderse en mi cuello aspirado así mi olor. Yo no me quede atrás rodeando con mis brazos su pequeña cintura y enterrando mi nariz en su cabello aspirando su olor el cual estaba mezclado con uno más.

-¿Estuviste tomando?-este simplemente asintió.

-¿Cómo se te ocurre que tuve la fuerza suficiente para llamarte.- dijo apenas en un susurro.

Nos mantuvimos un momento en silencio, solo disfrutando de la presencia del otro.

- Chan. .. ¿puedes quedarte?, solo será esta noche.. y luego podemos olvidar que esto pasó. - mentiría si sus palabras ni causaron que algo se rompiera dentro de mi.

Hice que se separara por un momento y lo mire a los ojos, contemplé nuevamente de cerca aquellos hermosos ojos marrones, y logré apreciar aquel brillo que solo él tenía.

- Me quedaré Innie, esta noche no iré a ningún lado. - uní nuestras frentes por un momento disfrutando de su cercanía.

Aquella noche no me separé de su lado y me sentí completo después de tanto tiempo.

•Ojos Marrones•《ChanIn》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora