N.O.
Las elecciones se han llevado a cabo sin el menor fallo de los presagios de los juerguistas que se apostan en las calles para lucrar con la fascinación que recorre y baña los corazones de las personas que acuden a sus comandantes para dar voz y proporcionarle su voto a quiénes crean indicados. Poco a poco y con fascinación el vocerío aumenta y con ello las expectativas de que gane su bando favorito. Conmemorando un clima austero y simpatizante con sus nubes a punto de estallar para repartir abundantes ganancias durante el tiempo de la cosecha a los campesinos del Galité.
En tanto, un niño con sus manos pegajosas a causa del chocolate y su ropa ceñida fuertemente a su espalda debido al ambiente impaciente, trata de apaciguar los ánimos de su madre dándole pequeños tirones a su falda
-Mamá, mamá... ¿¡Que tanto ves, eh? -
Le dijo, a la vez que saltaba sobre sus pies rechonchos a causa de la abundante nutrición que recibía.
-Nuestra chica está a punto de salir a saludar. -
Le contestó la señora con una sonrisa deslumbrante en los labios.
-¡Lleve el collar de Merí Lugh!, ¡A sólo treinta yons!-
Gritaba un comerciante. Y es que era verdad, pero sólo de lejos puesto que se reservaba los créditos de omitir ciertos detalles de suma importancia, cómo el asunto de que era por robo con homicidio o por asalto al taller de la artesana Bena.
Las personas que cobraban sus derechos a cambio de una vida tranquila y no miserable en la fine’ zone, eran las que tenían la posibilidad de participar y de ser catalogados como ciudadanos. Aunque había grupos que creían que la libertad y la permanencia del linaje en esta vida eran inherentes al ser humano,
La política suprema no lo aceptaba puesto que promovían las lecciones de ideología para crear un ambiente tenso de discusión entre los habitantes para tenerlos sometidos a su forma de pensar, o mejor dicho a su forma de querer ser.
La euforia en el ambiente era palpable. El guitarrista en la esquina de la ciudadela daba acompasados toques para darle partida y rienda suelta a sus maquinaciones de ser el más famoso artista nunca antes visto para así poder ser parte de uno de los partidos y lograr su adhesión más temprano que tarde a ellos ya que los mafiosos estaban bordeando su círculo de conocidos y amenazándole con romper sus manos y con ello, sus sueños más locos.
Un rapero estaba apostado en el extremo e iba acompañado de un tipo alto, joven, con ojos del color del ocaso. Daban gráciles y fuertes pasos al ritmo de la música. La multitud bullía ruidosa porque el hombre atrapaba su esfera de atención y los envolvía en una contraria, en una contraria a los demás partidos. Y por si este no fuera más importante, retumbaba el sonar de los tambores para iluminar el ascenso del partido Lugh al poder.
Deor Lugh pisaba el anfiteatro y su figura como un soldado entrenado en las artes mentales se vislumbraba como una especie de estatua venerada por los socios en el nivel bajo.
Merí Lugh (M.L.)
Mis botas tocaban lo menos posible el piso de cemento.
Las escaleras que se apostaban como obstáculos fáciles me daban el paso y me alzaban cada vez más y más. Ahora el miedo a caerme se transformó en una telaraña en la que podría caer, así sin más y volver a la cima.
El piano y el sonido que se producía por el choque entre voces me entusiasmaba de manera caprichosa a seguir subiendo sin importar a quién o a qué arrastrara. Es decir que a veces hasta las personas más observadoras están preparadas a enfrentarse con lo invisible, invisible e insignificante.Desde pequeña que he querido destacar y tomar aquello que no es mío. Porque lo quiero y soy capaz de obtenerlo y de hacer que las personas que tienen un círculo vicioso conmigo, sufran. Por ello, años más tarde de que naciera, mi madre me enseñó el ideal para mí. Una corona con cinco puntas, de cristal y con laureles tallados en todo el espacio vacío. Para mí, siempre lo feeling. Mi padre me recalca que somos seres manipulantes, quizá por eso él y mi madre me dieron una inmensurable fortuna, me dejaron y me manipularon con ella. Por eso, hoy a más dar, más pedir. Pero es tiempo. Tiempo de correr hacia lo que desee, quiera y anhele.
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Filigran: los partidos.
Ficción General"Y sé que ella representa un puto abismo. Pero joder, que ganas de caer en ella". Deor Lugh.