Al final ni era tan guapo. Pero era mío. Era la posibilidad de formar una familia. Viajar juntos, ver el mundo, casarnos, tener hijos, empezar desde cero en un país donde no conocíamos a nadie. Era mío y lo quería aún cuando ya no lo era. Y el también quería que nos fuéramos y compartir piso, y viajar juntos... Hasta que supo de mis sentimientos, y todo se fue a la mierda...
Y pasaron años...
Y me fui sola a Alemania.
El se fue luego(me lo dijo Ivana, nuestra amiga en común).
Yo ya me había cambiado de hospital y de ciudad.
Me convertí en médico.
Empecé a trabajar en el quirófano.
Salvé la vida de muchos.
Me casé con un alemán.
No sentí lo mismo por el, pero lo quise mucho porque el me quería. Y nunca antes nadie me quiso. No de esa forma.
Compramos una casa.
Un perro.
Un coche.
Tuvimos cuatro hijos(dos niños y dos niñas).
Y de una forma u otra, fuimos muy felices.
Siempre me acordaré de Nicolás. Y del 2022. No digo que no fui feliz. Lo fui y mucho. Pero siempre me pregunté que habrá sido de Nicolás. Si habrá cumplido sus sueños. Los que planeamos juntos, pero cumplimos aparte.
Y siempre me acordaba del momento en que nos conocimos. En aquella entrevista de trabajo para Alemania(antes de empezar a ir a clases de alemán). Aquel mes de mayo antes de que empezara todo. Cuando me sonrió por primera vez y me dijo que me darán el trabajo. Y supe que todo estaría bien. Luego me acordaba de aquel primer café, de su mirada, y de lo feliz que fui aquel día. Y de todas aquellas conversaciones, todos aquellos abrazos. Eramos dos almas gemelas destinadas a encontrare para luego volverse a perder. Y asi cambiar el mundo. Por separado.
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Una historia del 2022
RomanceOcurre en Belgrado, la capital de un pequeño país llamado Serbia, en el sur de Europa cerca de Italia. En los balcanes. Una ciudad que odiaba al principio pero luego empecé a amar. Porque no sabía lo especial que era. No sabía lo especial que era yo...