2072
Han pasado cincuenta años desde el 2022. Ahora tengo 76. Nicolás tiene 74. Lo e vuelto a ver. Nos volvimos a encontrar en aquel lugar que siempre nos fue destinado. En aquel asilo de ancianos en Serbia donde años atrás había terminado todo. En aquel lugar donde trabajé muy poco tiempo antes de irme a Alemania. Los años lo habían cambiado, pero lo reconocí de una vez. Lo reconocí de la forma en la que mi corazón se calmaba cuando me miraba. Entré con una maleta.
-Nicolás
-Supongo que aquí termina nuestro viaje.
-O apenas empieza.
-Habría que inventar una máquina de tiempo.
-Te pensé durante todos estos años.
-Te busqué.
-No me encontraste?
-Vi que eras feliz.
-Nunca dejé de quererte.
-Elena...
-Nicolás...
-No te preocupes. Yo también fui feliz. Logré todo lo que planeamos.
-Yo también.
-Supongo que lo logramos por separado.
-No fue culpa tuya...
-De quien entonces?
-De la vida...
-Del destino...
Nos volvimos a mirar. Caminamos rápido para acercarnos porque ya los pies no nos permitían correr. La juventud estaba tan detrás de nosotros, pero el amor seguía ahí. Como si no hubiera pasado ni un segundo de por medio, y no 50 años.
Después de 50 años nos volvimos a abrazar. Y era aquel sentimiento de siempre.
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Una historia del 2022
RomanceOcurre en Belgrado, la capital de un pequeño país llamado Serbia, en el sur de Europa cerca de Italia. En los balcanes. Una ciudad que odiaba al principio pero luego empecé a amar. Porque no sabía lo especial que era. No sabía lo especial que era yo...
