Merry Christmas Noblesse!!!

Merry Christmas!!

Tal como Raphael lo supuso, Raizel apareció dos semanas después.

Solo faltaban 9 días para Navidad. Decir que estaba tranquilo seria engañarse a si mismo y a todos. 

¡Estaba emocionado! 

Nadie nunca se sintió así. Raizel era el único tranquilo ahí. Todos estaban emocionados.

Los días pasaron rápidamente...

[...]

Cuando Raizel vio el salon donde se hacia las reuniones con el Lord se sorprendió al ver la decoración que había. 

Era hermosa, a los ojos del Noblesse era lo mas hermoso que vio en toda su larga vida. No había nadie y el pelirrojo humano se las arreglo para secuestrar a Raizel y llevarlo al salon.

—¿Y? —el Noblesse seguía admirando el interior —¿Qué te parece? —la voz de Shinwu era de alguna manera tranquilizante

Había un gran cantidad de sillones y una enorme mesa junto a varias sillas, un grande árbol que tal parece que ellos talaron estaba donde se suponía que el asiento del Lord debía de estar. Sin embargo, la silla del Lord estaba en la una parte de la mesa. Era la única que sobresalía entre todas las sillas.

—Es hermoso. —Shinwu pudo notar un tenue brillo en los ojos carmesí de Raizel —Sin embargo...

Shinwu se alerto, se puso nervioso.

¿Sin embargo? ¿Había algo malo?

—¿Puedo preguntarte algo? —Raizel borro su sonrisa y volteo a mirar al pelirrojo, este asintió apenado y un poco intimidado por el mayor —¿Puedo traer a alguien? —Shinwu se sorprendió por la pregunta

—¡Claro! —agarro las manos de Raizel y las unió con las suyas —Puedes traer a quien sea. —le sonrió a su amigo

Raizel le devolvió la sonrisa. Una idea divertida paso por la mente del Noblesse. Se agacho un poco quedando cerca al rostro del menor, Shinwu lo miro atento y algo confundido por el repentino acercamiento.

—¿Va a ver un muérdago? —pregunto mirando fijamente al pelirrojo

Shinwu se sonrojo, mas bien su cara entera se torno rojo. Se alejo de Raizel mirándolo aturdido.

¡¿Donde quedo su inocente amigo?!

Su mente estaba procesando todo. De pronto escucho una risa. Miro a Raizel quien lo miraba divertido.

¿Y si su amigo fingía ser inocente?

Shinwu se calmo, miro a Raizel. Si el quería jugar así, entonces jugarían así. Se acerco peligrosamente al mayor y lo agarro de la camisa obligándolo a agacharse. Quedaron mas cerca, sus narices se rosaban.

—Obvia mente que abra un muérdago. —sonrió y soltó al pelinegro, quien lo miro sorprendido —Pero necesitare tu ayuda. 

Raizel parpadeo confundido mientras miraba como Shinwu se dirigía a un sitio del salon. Ya había roto muchas reglas, pero ese pelirrojo iba  ser su pecado. 

La primera vez que rompió las reglas fue por su hermano gemelo mayor, la segunda fue para mantener la paz entre las razas (aunque también era un capricho suyo) y la tercera... Shinwu lo estaba obligando a romperlas.

Suspiro.

—¡RAI! —el pelinegro miro al pelirrojo quien le indicaba que viniera con él 

Raizel una vez cerca de Shinwu, se quedo quieto al ver las intenciones del pelirrojo.

—Necesito que hagas esto... —el pelirrojo jalo suavemente a Raizel para que se agachara y decirle lo que tenia que hacer

Raizel se sonrojo levemente. Se separo cuidadosamente del humano e hizo lo que este le pidió.