불운한 사람 [Lookism]

IV

—¿Que planeas hacer ahora?

Luego de que tuviera una pequeña crisis, Daniel se recompuso y trato de actuar con normalidad.

—Estudiar y tratar...no, salir adelante, entrar a una buena Universidad en otro país y desaparecer de Corea. Mucho daño he causado y he recibido, ambos lados podríamos descansar en paz.

—Ya veo...

Aún que allá sido el culpable de la  hospitalización de su otro cuerpo, no dejaba de ser su amigo, al verlo tan calmado y tan distinto lo hizo verse reflejado, Jiho había dado ese necesario paso que a él tanto le había costado y lo sigue haciendo. Escuchar que planeaba irse, extrañamente, lo desánimo.

—Si...si quieres puedo ayudarte a estudiar...puedes venir aquí cuando quieras, no dudes en preguntarme lo que sea.

El joven se sorprendió ante las palabras del contrario, sin que se diera cuenta soltó un par de lágrimas, esas palabras eran lo que necesitaba el anfitrión original. Podía sentir como si algo saliera de su cuerpo y un peso fuese retirado de su corazón.

—Gracias.

[★★★★★★★★]

—¿Jake Kim?

—Si, está en el teléfono ¿Digo que no estás?

—No, tranquila ire.

Tras el encuentro con el pequeño Daniel se había enfrascado en el tejido y en el estudio, sorprendiendo a sus padres pues nunca lo vieron tan feliz y concentrado en algo que no fuese la ropa. Cada noche salía de la casa e iba a la tienda de conveniencia (Sus padres estaban enterados y el oficial que lo vigilaba cada semana también.) a estudiar con el pequeño Daniel quien estaba más que contento de verlo tan cambiado y se asombraba de el conocimiento que el de ojeras demostraba, debía admitir que se había sincerado varias veces con él y le había servido mucho.

—Hola, Jake.
—Hola Jiho ¿Cómo has estado
—Bien, en lo que cabe ¿Y tú?
—Bien, me soltaron ayer y quería preguntarte si...¿Estas libre mañana? Estábamos planeando una salida, algo tranquilo para festejar que salimos.

El más bajo podía escuchar un par de burlas hacia el muchacho que parecía que les estaba arrojando cosas, río un poco ante la imagen.

—Tendría que preguntar a mi vigilante, mi Madre y Padre me están dando permiso...¿Como te va con el asunto de tu enamorada? ¿Lograste aclarar tus sentimientos?

Escucho como el de cicatrice se ahogaba con su propia saliva y las burlas aumentaban, creía haber oído a Jason decir que Brad se había caído de la risa.

—Eh...ah, si algo así. Ejem, cambiando de tema ¿Estaría bien...podrías seguir hablando? ¡Por mensaje claro!...¡No se rían!

—¿Eh?...Quiero decir, si, no hay ningún problema. Avísame la fecha y hora de la salida...

[★★★★★★★★]

—¿2022? ¿La muerte de la reina Isabel II?¿Guerra de Rusia y Ucrania? ¿Como sabes sobre James Lee?

Jiho sudo a mares y detuvo todo movimiento, la había cagado, el desliz fue demasiado relevante. Se encontraban en una de sus tantas sesiones, se sentaban en un pequeño banco dejado del mesón y conversaban a la par que resolvía un par de ejercicios. De un momento a otro pasaron a los desastres naturales y hechos históricos que marcaron la tierra, fue en ese momento en el que se olvidó que estaba en otra realidad y cometió el error de narrar importantes eventos con específicos detalles.

—Ah Quiero decir...más adelante, a futuro...¿predicciones?

Río nervioso ante la juzgadora mirada de su amigo.

—¿Que quieres decir?

Una y mil escusas comenzaron a salir de la boca del ojeroso, más fue tanto el colapso mental que estás era realmente estúpidas e ilógicas.

—Calmate, Jiho. Puedes confiar en mí.

El de complexión robusta le sonrió tan suavemente que sus lágrimas comenzaron a caer.

—Daniel...Quiero regresar a mi mundo.

—¿Eh?

El cuerpo delgado se aferró al de cuerpos cambiantes con fuerza, lloró y suplico en un idioma desconocido para el coreano, este no le quedó de otra más que consolarlo. Una vez más calmado explicó su situación.

—¿¡Eres de otro mundo!?

—Realidad es el término más adecuado...

—¿Quien eras antes? ¿....Que sucedió con Jiho?

—Mi nombre era...Teresa Parra tenía veintiocho años, chilena de nacimiento y estudiaba Psicología...

Con una emoción casi desbordante narró  su vida y el como llegó a esa realidad.

—Jiho Park...debio de fallecer en...cuando sus recuerdos fueron plantados en mi cabeza, me enteré del acoso que sufría y sus acomplejaciones. En fin, antes de que llegara él ya...había sido abusado por un tal Daryl...

Al tenterarse de los hechos a Daniel se le apretujo el corazón.

—Y-Ya veo...

—Siento que el ambiente se haya tornado deprimente...

[★★★★★★★★]

Días más tarde, Jiho se encontró con un Daniel Park totalmente distinto frente a la puerta de su casa.

—¿¡Daniel!?

Casi de inmediato lo hizo entrar, sus padres al ver lo grave del asunto decidieron darle espacio a los más jóvenes.

Una vez más calmado, el más pequeño le relato su horrible experiencia. El abusador de quien escapó, había venido a Seúl y lo peor de todo fue que lo utilizaba para llegar a Zoe Park, el no tenía el valor para enfrentarlo, termino por regresar a la casa de su madre y volverse un sin hogar.

—¿Temes seguir siendo golpeado por Logan? O No sientes que eres lo suficientemente fuerte para enfrentarlo.

Cual sesión psicologica, el de cabello más largo escribió en su libreta, mientras que el que poseía dos cuerpos se encontraba acostado en el sofá con una caja de pañuelos y una taza de chocolate caliente.

—...No se, yo...solo tengo miedo, no se qué hacer. No quiero que Zoe salga lastimada, pero...¿Que debería hacer?

—Daniel Park, eres más fuerte de lo que crees, no dejes que ni tú ni nadie te haga creer lo contrario. No sólo físicamente eres fuerte, has aguantado insulto tras insulto, paliza tras paliza. ¿Dejaras que un imbecil te quite lo que te tomo tanto tiempo? ¿Eso es lo que quieres?

Quien estaba hablando había abandonado el rol de Psicologo hace un tiempo, dejaría ese rol y motivaría a Daniel como alguien de confianza, un amigo.

—No, no quiero eso...

—¡Entonces! ¿Que mierda haces aquí? Es hora de que ese capullo florezca, y se convierta en la flor más fuerte y fresca del jardín.

—Yo...¿Como...?

—¡Ahora, vamos!

Sin esperar más, sostuvo la mano más grande y corrió hacia la puerta, no sin antes dar aviso a sus padres de que estaría afuera un tiempo.

—¿¡Eh!? ¿¡Adónde vamos!?

—¡Con alguien que seguro te ayudará a aprender un par de técnicas de defensa!

En ese instante Daniel Park, dejo de pensar en sus problemas y corrió con libertad al lado de aquella persona que no conocía del todo pero que lo hizo sentir libre.