Había perdido la cuenta de las veces que había hecho el amor con JungKook, a pesar de estar en el límite de su resistencia, no podía negarse ante las palabras y suplicas que Kook le profesaba para volver a poseer su cuerpo. y a decir verdad a el mismo no es como si le molestase, incluso cuando su boca profano su entrada sin pudor, aun sentía sus mejillas calentarse y el deseo burbujear al recordarlo.
-Kook- el grito de sorpresa de Jimin alentó a seguir con sus movimientos al pelinegro. Revoloteando en círculos su lengua en su ahora dilatada entrada, penetrándolo y haciendo una curva con la punta de su lengua rozándolo.
Los jadeos que el pelinegro soltaba sonaban más a gritos ahogados, sobre pasado por las sensaciones. Y es que la justificación de JungKook para lamerle hasta el alma, era su milagrosa saliva curativa, ya que su entrada tenía ligeras rasgaduras por las tantas veces que lo había penetrado. Y Kook quería seguir disfrutando de su cuerpo, y para Jimin no tenía queja alguna.
-no te dejare descansar si sigues alterando mi olfato así- el gruñido ronco de Kook lo hizo soltar un suave jadeo.
-que es lo que hueles, realmente no creo oler a rosas justo ahora- soltó juguetón el pelinegro
-hueles a gloria-contesto Kook pegándose más al cuerpo del chico- tienes mi olor tan impregnado- la cadera del peligris se tallo en la cadera del contrario
-no hagas eso si no lo terminaras- desafío Jimin
-jamás podre estar indispuesto contigo-gruño Kook subiéndose sobre Jimin, alzándole el culo masajeando sus nalgas, llevo sus dedos ensalivados a su entrada, preparándolo- estas aun tan dilatado, justo para mí, para tomarme- su nariz se refregó en la nuca de Jimin, al mismo tiempo que se hundía en el chico
-oh JungKook- jadeo Jimin arqueando su espalda recibiendo aquellas estocadas con desespero.
Sus manos estaban unidas, al igual que sus gemidos, para JungKook todo era claro. Había encontrado a su pareja. no había más que decir, lo cuidaría y mimaría lo que le restara de vida. No le hacía falta más para saber que podría morir y matar por aquel muchacho que gemía sin control su nombre.
Jimin por su parte, estaba más allá de razonar lógicamente, dejándose llevar por las nuevas sensaciones. Sin pensar en las consecuencias, solo dejándose amar y amando aquel chico lobo. por el momento eso bastaba. Después afrontaría las consecuencias
Al terminar aquella muestra de salvaje amor, yacían aun recostados unidos.
-creo que necesito un baño- sonrió Jimin- y comida- prosiguió al sentir su estómago gruñir
-lo noto- sonrió el peligris.
Jimin intento levantarse de aquella cómoda cama, cayendo en automático sobre sus rodillas al piso. Sus músculos temblaban. Kook corrió a su lado revisando que no tuviese ninguna herida
-qué vergüenza- susurro Jimin tapando su rostro
-solo están entumidos por todo el esfuerzo físico- sonrió Kook tomándolo estilo princesa depositándolo en una silla cerca de la mesa
-sabes, me habían hecho comentarios respecto a esto, pero jamás pensé que pudiese ser real- carcajeo Jimin, pero JungKook solo frunció el cejo mirándolo
-quien te ha hecho ese tipo de comentarios- su voz salió más áspera de lo que pensó
-tengo muchos pretendientes, algunos más educados y otros muy vulgares, he tenido muchos comentarios obscenos, y alguno que recuerdo es que me joderian tan fuerte que no podría caminar en días- la simpleza con la que Jimin lo decía, calmo a Kook de su ataque de ira- ahora que te tengo, no me molestaría dejar de caminar por meses- Jimin le regalo una mirada cargada de pasión y coquetería
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Destino - Jikook
FanfictionDicen que la curiosidad mato al gato. La realidad puede ser que sea el medio para llegar a un fin. Jimin aquel muchacho que pasa la mayor parte de sus tardes y días observando a la lejanía aquel bosque prohibido. Sus pies un día lo llevan sin pod...