JungKook corrió a la cabaña buscando el olor de Jimin, no estaba, busco por los alrededores. Su corazón se agito, no podía haberlo dejado, se negaba. Sus pies corrieron a la entrada del bosque, tardo mas delo que quiso.
Sus pies se pararon en el límite, solo había salido una vez a buscar a la madre de Jimin, y eso estaba prohibido, había afrontado las consecuencias con su manada, y si volvía a romper las reglas podrían expulsarlo, pero por Jimin, todo se podría ir al infierno
Antes de dar un paso sus ojos captaron aquel chico pelinegro afuera de la aldea gritándose con aquel chico. que alguna vez se enredó con él.
-enserio Jimin- le cuestiono Tae- soy tu amigo, crees que te mentiría, solo quiero protegerte- le grito caminando tras él
-basta Taehyung, no quiero tu protección, quiero te alejes de mi- le grito Jimin quien se encontraba justo en medio entre el bosque y el pueblo, Tae le gritaba desde un extremo
-tienes que alejarte de ese maldito mounstro- grito su amigo
Jimin frunció el cejo, no gustándole aquella forma despectiva de referirse a Kook, ahora podía ver más claro lo que aquel joven hacía, no confiaba en él estaba claro.
-sabias que hizo que perdiera a mi bebe- Jimin miro a Tae con unas lágrimas, todo tenía que ser mentira
-eso es mentira- le grito de vuelta, ahora su corazón dudaba, pero dentro de todo aquello recordó aquella estrofa que JungKook le cantaba por las noches
¨solo sígueme a donde quiera que vaya, arriba en la cima de la montaña o debajo del valle, yo te daré todo lo que has estado soñando, por favor se mío¨ aquellas palabras resonaban en la cabeza de Jimin
Con más firmeza que nunca negó hacia su amigo, su cuerpo giro caminando de regreso al bosque, los gritos de su amigo siguieron al igual que sus pasos, sin tomarlo en cuenta. Sus ojos miraron aquella figura parada en la entrada del bosque, mirándolo con intensidad.
Sonrió apresurando sus pasos llegando hasta él
-Jimin- le susurro Kook regresándole aquella sonrisa, el pelinegro se giró viendo a lo lejos a Tae con la respiración alterada por correr
JungKook se situó tras Jimin rodeando su cintura de manera posesiva dándole una sonrisa arrogante y despectiva aquel chico.
-no lo hagas- le imploro Tae desesperado, JungKook lo sacaría de su vida, se negaba a dejarlo ir- no me lo quites-
-jamás fue tuyo- respondió Jimin en un suave tono, envolviéndose en el aroma y calor de Kook
-di las palabras amor mío- le susurro Kook en su oreja, acercando su nariz a su cuello y acariciándolo con ella, depositando suaves y cortos besos, haciéndole erizar la piel a Jimin
-Soy tuyo JungKook, siempre seré tuyo- jadeo envuelto en la bruma de placer- acepto tu alma y te entrego la mía por la eternidad- Jimin ladeo la cabeza por instinto, ofreciéndose en sumisión
JungKook sonrió mostrando sus colmillos, levantando la mirada conectándola con Tae, su boca se abrió mordiendo la unión del cuello y hombro de Jimin, reafirmando aquella marca ahora de manera permanente
-No- grito Taehyung, pero nadie salvo el mismo escucho su grito.
Jimin gimió al sentir aquella mordida en su piel, sintiéndose pleno. Abrió sus ojos justo para ver como una flecha se dirigía hacia él, pero la mano de JungKook sin problema la sostuvo antes de llegar a su destino, su corazón, sus ojos vieron al culpable, Tae sosteniendo aquel arco con la cara de asombro al ver que había sido detenida
-nadie va a lastimarte jamás mientras yo respire- gruño lo suficientemente alto para enterar a su antiguo amigo
Jimin asintió y sonrió con ternura, regreso la vista al frente posándola en Tae, levanto la barbilla haciéndole entender su posición ahora.
Tae cayo de rodillas en llanto, su único error había sido enamorarse de algo imposible.
Jimin ladeo su cabeza mirando de lado a Kook ahora sonriéndole con amor tallando su mejilla con la barbilla del contrario.
El pelinegro cubrió la mano del peligris que sostenía su cadera arrastrándola y poniéndola sobre su vientre
-vamos a casa, tenemos hambre- le susurro levantando la mirada para ver su expresión
JungKook olvido como respirar al escuchar aquellas palabras
-un cachorro- sus labios fueron tomados por los del pequeño chico. quien comenzó a lamer su labio inferior, girándose para quedar ambos frente a frente- te amo para toda la eternidad. Me darás un hijo- unas lagrimas escurrieron por la mejilla de Kook-
-vamos amor, llévanos a casa- pidió Jimin jalando el labio de Kook tallando su cuerpo con el contrario- llévame a casa y hazme el amor- rogo en un gemido ahogado
Kook soltó una carcajada cargando a su chico. olisqueando su cabello
-voy a darte el mundo entero- beso su frente, Jimin se sujetaba firmemente con sus brazos alrededor de su cuello- te amo- Jimin sonrió más que feliz, el destino lo hizo entrar a ese lugar. su lugar, en los brazos de ese malhumorado y descarado lobo.
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Destino - Jikook
FanfictionDicen que la curiosidad mato al gato. La realidad puede ser que sea el medio para llegar a un fin. Jimin aquel muchacho que pasa la mayor parte de sus tardes y días observando a la lejanía aquel bosque prohibido. Sus pies un día lo llevan sin pod...