Te conocí en un período de mi vida en el que mi corazón sufría y lloraba y pensando que la felicidad en mí nunca llegaría
Pero tú, con esa sonrisa, con esa mirada, con ese amor que solo tú tienes para mí.
Despertó a mi alma adormecida.
Esos ojos, es...
Me sentía tan vacío, tan solo... Tan triste Pero cuando estoy a tu lado... Todo es diferente... Porque eres mi hogar.
Te encontré
Toneri se acercó a la rosa, sus espinas derramaban gotas tan diminutas de sangre, era tan extraño, un lugar vacío, en donde sólo el viento se escuchaba.
Unió sus dos manos concentrándose en buscar respuestas, centrándose en aquella rosa, fue cuando todo se tornó de color negro y con tan solo abrir los ojos, Toneri escuchó un sonido tan agudo, realizó un movimiento tan rápido, dio un salto para dirigirse a la rosa y antes de llegar su brazo se iluminaba con el chakra verde, Toneri caía con la mano dispuesta a enterrarla en el suelo y así lo hizo.
Enterró su mano en el suelo, destruyendo la rosa y tirando de grandes raíces, sujetó las raíces con fuerza y aunque muchas espinas intentaban lastimar la mano y brazo de Toneri parecía ser inútil, ninguna herida.
Toneri descubrió el secreto del alcalde, encontró la entrada a la verdad.
Al tirar de las raíces de aquella rosa, formó un gran agujero, observando como las raíces con grandes espinas se movían molestas.
Todas aquellas raíces y espinas, como lanzas atacaban a Toneri, pero era algo tan fácil de vencer para Toneri.
- No tengo tiempo para jugar contigo - Fue lo que dijo Toneri al ver que cada vez que tiraba de las raíces crecían una vez más, y alzando su brazo para luego mostrar su mano con una esfera grande que poco a poco crecía, para arrojarla hacía aquellas raíces y espinas y quemarlas
Después de aquello ingresó con velocidad al túnel Observando que más adelante habían personas trabajando, se veían agotadas, enfermas, hambrientas, unas picaban la piedra, otras trabajaban con la tierra y otros con animales
A Toneri le enfermaba el como una persona podía hacer todo esto
Se dirigía con velocidad a su destino, cuando un niño se atravesó en su camino, se detuvo de golpe, arrojando aire a los lados, por frenar bruscamente, el cabello del niño se movían con el viento, sus piernas temblaban pero su mirada era fija hacía los ojos de Toneri
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-Por favor, ayúdenos! - El pequeño niño lo observó con miedo y valentía a la vez, hizo una reverencia y luego estaba de rodillas rogando por la ayuda de Toneri - POR FAVOR NECESITAMOS SU AYUDA, SÉ QUE USTED ES LA ESPERANZA, LA ÚLTIMA QUE NOS QUEDA!
Toneri lo observó, observaba como sus lágrimas caían al suelo y aunque aquel niño quería ocultarlo Toneri podía verlo, pensar que un niño trabajaba de esa forma, un niño... no merecía eso, Toneri tenía planeado ayudarlos pero dejarlo claro era necesario
