7. ¿Por qué sufro?

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Gavi

Por alguna razón, después de estar con tantas chicas sentís algo diferente con Lala, era como si estuviesemos hechos el uno para el otro. Aunque yo tuviera 18 y ella 15.
La quiero tanto...

-Ey chicos, tenemos que compartir habitaciones, a no ser de que vosotros 6 durmais en el sofá, no es plan. Dice Alana seria, reuniendolos a todos en el salón.

-Pues mira, esto es fácil. Ferran y Eric duermen en la habitación, yo duermo con Pedri y los demás que se las arreglen. Dice Iván.

-Vale, si queréis yo duermo con balde en el sofá, y solo quedaría gavi, que dormiría con Alana. Ansu pone una de sus miradas.

-Por mi no hay problema. Dice Lala sacándome una sonrisa.

-Pues ya está, el tema de las habitaciones queda franjado. Dice Iván sonriendo.

-Oye chicos, y si nos vamos esta noche de fiesta? Pregunta Pedri.

-Buaaa! Me encantaría. Respondo al segundo.

-Venga yo me apunto. Dice alana.

-Vamos todos andaaa, que no nos vamos a morir por irnos un día de fiesta. Dice Iván.

-Vale, pues voy a subir arriba a ver qué me pongo. Dice alana subiendo las escaleras.

-Llama a Aina y que se venga porfi. Le ruega Ansu.

-Sisi, tu tranquilo, a parte, esta chica se apunta a un bombardeo, dudo que no venga.

Todos se ríen.

-Pues venga, a ponerse guapos. Dice Pedri.

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C

uando subo me doy cuenta que Lala llevaba un vestido negro largo y pegado en la cintura, pero suelto de cadera para abajo, tenía un escote en pico, que llegaba hasta casi el abdomen. Era precioso, estaba preciosa.

-Que miras? Me pregunta bordemente.
-A ti. Le respondo tranquilo.
-Y a que se debe esas formas de mirarme? Me pregunta alzando una ceja.

-Estas guapísima alana. Le digo y le doy un abrazo.
-Gracias, tú también lo estás, aunque deberías empezar a arreglarte, nos vamos en 1 hora.

-Ah, sisi, voy. Le digo y me pongo a buscar ropa para ponerme.

Acabe vistiendo con un traje negro en conjunto a ella. Alana se terminó de arreglar, llevaba el pelo suelto con ondas, estaba mil veces más guapa que normalmente.

-Nos vamos llendo? Le pregunto.
-No nos vamos con mi hermano y el resto? Me dice confundida.

-Nono, no cabemos todos, Balde, ansu, Eric y Ferran se van en el coche de ferri, Pedri e Iván se van en la moto de tu hermano, y tu y yo nos vamos en mi coche.

-Ahh vale, vale. Me dice, le agarro de la mano y nos vamos camino al aparcamiento.

-Teteee nos vamooos. Grita Alana antes de salir de casa.

-Valeeee. Me responde asomando la cabeza desde la barandilla del segundo piso.

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Alana Hernández

Llegamos a la discoteca donde íbamos a pasar la noche, todo parecía ir bien. Hasta que en un momento...

-Pablo, a donde vas? Le pregunto mientras se esparce por aquella multitud.

-Ahora vuelvo, tú quédate aquí. Me dice en un tono bastante raro.

Y si. Aquel chico por el que sentía cosas se había ido, me había dejado plantada. Pasaban los minutos y no volvía, no sabía que le había pasado. Lo perseguí con mi mirada hasta que lo perdí de vista. Sabía hacia dónde había ido, pero no iba a ir sola, a si que llame a pedri
para que me acompañase, ya que mi hermano estaba bailando con una chavala.

-Pedri, tengo un problema. Le digo preocupada.

-Dime dime, me asustas alanita. Tan tierno el.

Le expliqué toda la situación y no dudó en acompañarme. Iba agarrada del brazo de pedri, para no perderme. Hasta que...

-Pablo? Digo incrédula.
-Esta quién es?. Pregunta una tía extraña que estaba encima de Pablo, al parecer se estaban liando.
-Yo- yo no me lo puedo creer. Digo con la voz rota.
-Alana, tiene su explicación. Me dice con toda su cara.

-No quiero ni saberla. Gracias. Adiós. Le digo con los ojos nublados. No iba a llorar por un gilipollas.

-La has cagado tío. Le dice pedri. Pasa su mano por mi nuca agarrándome por detrás, y nos fuimos de aquel estúpido lugar.

-Alana, te voy a llevar a casa. Voy a avisar a los demás. Dice pedri seguro.

-Mil gracias pedri, te debo una. Le digo y le abrazo, se me salían las lagrimas inconscientemente.

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Pedri

Estábamos en el sofá de la casa de alana, veíamos una película de Disney, la de Frozen.

-Alanita, estas bien? Necesitas algo? Le pregunto preocupado.

-No, no, tranquilo. Dice con la voz aún un poco rota.

-Necesiras hablar de algo? Le insisto.
-Tú sabías algo de esto? Me pregunta mirándome a la cara.

-Yo no sabía nada, me pilló por sorpresa. Esa es Daniela, es su ex. No se qué hace ahí. Siempre a estado muy obsesionada con pablo, lo que yo no sé es cómo han terminado así hoy. Le respondo, me daba mucha pena ver así a una niña que conozco desde hace mucho.

-Con que es su ex? Nunca me ha hablado de ella. Dice y se le rompe aún mas la voz.

-Si, alanita, si, pero mejor ni lo pienses, es un cabrón. No se merece nada de lo que tiene. Le digo con intención de animarla.

-Supongo que tendrás razón... Me dice insegura.

-Venga, a dormir, es muy tarde peque. Actuaba como su hermano mayor, la quería como si fuera mi hermanita, no iba a permitir que le hicieran daño.

-Buenas noches Pepi. Me dice y se acuesta en mi pecho.

Yo me quedé dormido al poco tiempo de ella dormirse, ambos estábamos muy cansados.

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