Capítulo 5: Después de ella

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LAS IRONÍAS DEL AMOR

CAPÍTULO 5: DESPUÉS DE ELLA

Enero 2023

JiMin amó a ChaeWon como alguien ama a su mejor amiga y confidente.

JungKook amó a ChaeWon como alguien que halló a su alma gemela.

ChaeWon los apreció por haberle enseñado la belleza de ser madre.

Eran amores puros en los que ninguno esperó nada a cambio, más que comprensión, complicidad y apoyo. Amores que sirvieron como cobertor para el otro cada que debían de huir de sus problemas.

JiMin y JungKook fueron árboles agitados al ritmo de la hermosa brisa veraniega con la que, una vez perdieron sus hojas para el otoño, también se deshicieron de sus miedos para afrontar sus sentimientos y su realidad.

Por eso dolía la muerte de aquella que se encargó de ayudarlos a componerse cuanto más lo necesitaron, porque perdieron a su sol brillante de verano.

Sí, perdieron a su sol y viento, pero no a su verano.

Cada año volvería, los azotaría con inmensas olas de calor, energía positiva y colores brillantes para que supieran que estaba con ellos una vez más.

—¿Puedes darme la mano y entrar conmigo? —Preguntó Mimi.

Era fin de semana y todavía hacía un frío tremendo afuera.

Ambos se encontraban afuera de la habitación que compartió con ChaeWon para decirle, por fin, "adiós" a la amiga que los acompañó, separó y unió en constantes ocasiones en el camino de la vida.

—Tengo miedo de descubrir que mi avance haya sido en vano —repitió las palabras que le dijo la primera noche, cuando se mudaron a su casa.

—Si te rompes y lloras, yo estaré aquí para limpiar tus lágrimas y juntar esas piezas —prometió y besó su sien—. Cada uno sana a su tiempo y manera. Si todavía no lo logras, nuestros hijos y yo estamos para echarte la mano en todo lo que necesites.

Con sus manos entrelazadas y con un suspiro para calmar sus adentros, Park abrió con lentitud la puerta y la madera rechinó por todos los meses que permaneció cerrada y sin usar. Con valentía, ambos se adentraron.

La habitación estaba tal cual la dejó, con la diferencia de tener una capa de polvo en los muebles y partículas de este volando por la repentina corriente de aire que entró.

Si cerraban los ojos y olían con atención, muy al fondo del aroma de encerrado y el picor de la suciedad, aún se distinguía la crema corporal de rosas que usaba ChaeWon, como si nunca se hubiera ido.

En el clóset, ahora medio vacío por las prendas de JiMin que movió al del cuarto de invitados, estaban los trajes que usaba para el trabajo, los vestidos invernales de pana para las fiestas navideñas, las faldas que usó para sus salidas especiales y los abrigos que JungKook le regaló desde su tercer aniversario de bodas. La ropa tenía un par de cabellos suyos y manchitas de maquillaje o café.

—Esta chaqueta de cuero sintético era su favorita —recordaron al ojear y rozar apenas los dedos disponibles entre las piezas que cualquier amante de la moda hubiera considerado un gran tesoro.

La usó durante el divorcio con su primera pareja y también cuando conoció a la segunda.

Su pequeño librero estaba repleto de libros sobre técnicas de mercadotecnia, métodos de comunicación, psicología del color; maternidad, educación infantil, nombres para bebés y sus significados; recetas para postres deliciosos, novelas románticas e historias policiacas.

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