Obsesión. |Enzo Fernández|

4.

[...]

- Ya tenes varios días sin llamarlo, ¿no?.

Asentí mientras Julieta hacia una mueca de desagrado.

- Es un estúpido, no podes olvidarte de esas cosas tan importantes.

- Lo sé.- me acomodé en mi cama para verla mejor.- Por eso no pienso dejarlo pasar así de fácil.

Julieta me vio un poco desanimada, ella sabía que a mi me dolía mucho la situación de que se haya olvidado mi cumpleaños.

Intente sonreír un poco.

- Che, parece buen chico.- le sonreí.

Ella me vio y se le iluminó la mirada.

- ¿En serio?.- yo asentí.- Valoro mucho que me digas eso, realmente lo valoro.

La abrace y nos quedamos hablando de eso un largo rato, ya se me había olvidado todo el mal pesar que tenía en el pecho.

Nos quedamos hablando un largo rato, miramos una película y seguido de eso ella se fue a su casa. Eran las dos de la tarde, tenía mi día libre así que fui al sillón a mirar lo primero que me apareciera en la tele.

Luego de un largo rato, mi teléfono comenzó a sonar, al mirar la pantalla puse los ojos en blanco por unos segundos.

Atendí luego de que hayan pasado los cinco tonos, no tenía ganas de que siga insistiendo.

- ¿Que necesitas?.- dije suspirando y con un tono molesto.

- Por favor mi amor, perdóname.

- Si llamas para intentar convencerme de perdonarte no estás en tu mejor momento.

- Lo sé, pero quiero compensarlo.

Bufé.

- ¿Cómo mierda pensas compensarlo?. Te olvidaste mi puto cumpleaños.

- Si yo sé que me equivoque, así que quiero compensarlo de la mejor forma posible.

Levanté una ceja y me acomodé en el sillón.

- Te escucho.

- Iré hoy en la noche a verte.

Me levante del sillón de la impresión, ¿que cosa dijo?

- ¿Que?

- Arréglate y espérame en el hilton, Iré allá a las nueve, te lo prometo.

Apreté el teléfono y giré sobre mis pies para encontrarme con un espejo enorme.
Vi que estaba sonrojada.

- No la vuelvas a cagar.

- No lo haré, te veo en la noche.