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Gemidos, varios gemidos salían de mi boca. Estaba atada en la cama de Thornhill mientras ella observaba mi sufrimiento. Estaba completamente desnuda. La maestra tapó mi boca con su mano, y lentamente se posó sobre mi. —"Nos pueden escuchar, que quieres que te haga Hm?"— Obviamente necesitaba placer, mi genética me la pedía, pero no sabía que hacer. Mis pupilas estaban muy dilatadas, y sudaba levemente, mientras chorreaba de humedad en mi coño. —"Puedo tomar una muestra de tu sangre? Dime que si, sabes que quieres..."— Susurró Marilyn, y sin dejarme contestar, clavó en mi brazo una gering a, sacándome sangre, lentamente.
Grité lo más que pude, el dolor era insoportable, necesitaba una pastilla, algo frío, algo... pero sus ojos solo miraban con placer mis lágrimas cayendo de mis ojos cual cascada. Aseguró mi boca con un paño, comenzando a caminar al rededor de mi. Iban a ser las 24:00, y me estaba muriendo de dolor.
Mis lagrimas salían como agua en cascada, y la señorita no hacía nada. Luego, a las 24:00, no soportaba más el dolor, necesitaba algo de placer, mi sangre me lo pedía. Marylin decidió tranquilizarme, al parecer, y besó mi cuello lentamente, dando ciertas lamidas y chupones a esta.—"Necesito que cierres el hocico gatita, mami te va a ayudar, pero no puedo si nos descubren, quieres eso?"— No lo soportaba, lloraba, y si no fuera por el paño que me puso, nos hubieran descubierto hace rato.
Marilyn me Inyectó una sustancia rara, y lo primero qué pasó fue que mi cola se estremeció, dejándome con un gran escalofrío en el cuerpo. Mi cuerpo se tranquilizó, y la maestra se sentó al lado mío.
—"Tu cuerpo es precioso, tus senos tan redondos y duros, veo que deseas placer, te traje a alguien para que te ayude."— Caminó lentamente hacia el armario, y lo abrió. El cuerpo de Bianca cayó dejando rodar su cabeza. Mi cuerpo quería moverse, pero estaba paralizada. —"Bianca te puede dar placer ahora que está aquí. O lo hago yo? Yo soy mejor que ella. Mami es mucho mejor que ella, lo sabes no?"—
Ella se subió sobre mi y besó mis labios con fuerza. Le seguí el juego, era mi sueño lo que estaba ocurriendo, pero el cadaver de Bianca de fondo no era muy agradable. Ella se separó de mi, y se sacó su camisa, quedando en sostén. Era negro con un encaje bello. —"Mami te va a hacer correrte como la perra que eres"— Y volviendo a besarme, metió uno de sus dedos dentro mío, y el pulgar masajeaba mi clítoris suavemente. —"No le puedes decir esto a nadie, va a ser nuestro secreto querida, o quieres que Mami se aleje de ti, no verdad?"— Sus movimientos de aceleraban y mi cuerpo comenzó a reaccionar. Mis piernas se abrieron más, y claro que mi cadera también, dándole más acceso a mi.
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Desperté en su habitación, estaba completamente vacía, y Bianca ya no estaba. Yo estaba tapada con ropa interior, que no era mía. La señorita Thornhill apareció con unas pastillas y un vaso de agua. —"Hola ___! Como amaneciste? Disfrutaste ayer?"— Ella estaba vestida, al completo. —"Oh! Perdón, dejé mi ropa interior sobre ti, es que la tuya la rompí! Lo siento. Toma, estas pastillas son para regular tus ganas de... coger, básicamente."—
Que mierda-?
—"Maestra Thornhill, yo... uh."— Estaba muerta de vergüenza, no podía verla igual. Sus frases, movimientos y expresiones me dejaron perpleja, y es que mis ganas de repetir la escena me dejaron roja como tomate. —"Vamos ___, abre esa boquita tuya como a mami le gusta."— Abrí mi boca, y me tome los remedios. Una tenida de uniforme estaba sobre la mesa, me iba a parar, pero la señorita Marilyn me detuvo.—"Yo te visto querida."— Tomo el uniforme, y ella colocó mis bragas, mi sostén, mis calcetines, mi falda y mi camisa. Me sentía como una Barbie en persona.
—"Gracias, por, por todo."— Dije en un suspiro. La maestra se paró rápidamente y tomó mi rostro.—"Sabes que nadie puede saber nada de lo qué pasó ayer no? Lo sabes bonita? Te necesito, y no quiero que nadie te aparte de mi. Eres mi linda y bella gatita.
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