I need some sleep | KookV

I need some space

Esa noche lloré como un niño pequeño en el hombro de mi hermano mientras que él, actuando tan sereno como siempre, me decía con palabras suaves la realidad que había luchado por evadir los últimos meses. Una realidad en la que Taehyung y yo estábamos haciendo algo completamente estúpido y egoísta.

Jamás me había considerado una mala persona hasta esa noche en que tuve que enfrentarme a mis actos. Cuando tuve frente a mí esos ojos que eran terriblemente parecidos a los suyos. Un pequeño que necesitaba de una familia, una que funcionara, y no de un entrometido ciego que se lanzó al abismo en nombre del amor.

No dormí aunque lo necesitaba. No pude hacerlo.

Después de eso ignoré las llamadas de Taehyung intentando encontrar el momento, o las palabras, para lo que tenía que hacer, pues sabía que flanquearía si es que miraba el rostro de Taehyung. El corazón siempre flanquea a pesar de toda la disposición, de toda la preparación y, sobre todo, de la razón. Sin embargo, después de esa noche la pasión que normalmente nublaba todos mis pensamientos se contraponía con la culpa, una verdadera culpa y no el zumbido que había estado ignorando hasta el momento.

No fue hasta que no tuve más opción que lo enfrenté.

Él estaba ahí, en la puerta del gimnasio como muchas veces antes lo estuvo, mirando el interior con poco interés con ese traje que desentona completamente y el porte de un príncipe. Inevitablemente mi corazón comenzó a ir más rápido al notar que estaba buscándome con la mirada y en lo profundo de mi cabeza la idea de esconderme surgió como un relámpago.

«No estás listo».

No, no estaba listo para perder a Taehyung después de una dura charla. No estaba listo para dejarlo ir cuando estaba completamente convencido de que él era el amor de mi vida.

Pero el tiempo no había estado a mi favor y había llegado jodidamente tarde.

Así pues, tragando saliva y apretando los puños me acerqué a la puerta del gimnasio. Algo quemó en mi pecho al ver como su mirada se iluminaba al verme, una ligera sonrisa tiró de sus labios pero rápido paso a una expresión confusa, probablemente al ver mi propia expresión. Lo que menos quería hacer en ese instante era girar a uno de los espejos del gimnasio, sabía que no debía tener un buen semblante. Llegué junto a él en la puerta y él bajó la mirada viendo mis manos vacías, mis pertenecientes seguían en los casilleros del lugar.

—¿No vas a traer tus cosas? —preguntó con tono confuso.

—Taehyung —dije intentando poner mi voz más neutra, no sé qué tanto haya funcionado pues su expresión seguía pintandose en confusión —hablemos por un momento afuera.

—¿No vas a traer tus cosas? —volvió a preguntas y esta vez la preocupación se deslizó en sus palabras.

—Hoy no iré —contesté con simplicidad —por favor, hablemos.

Sabía que él debía estarse haciendo a la idea desde ese momento porque todo rastro de emoción o de sonrisa había desaparecido por completo de sus facciones. Asintió en pequeño, casi aturdido por la situación al tiempo en que se daba media vuelta para salir del establecimiento, yo lo seguía con el estómago hecho un nudo, no quería ver a Taehyung triste o herido, pero era lo único que podía hacer a esas alturas.

Tenía que acabar con todo esto antes de que nos consumiera a los dos, aun si para este momento ya nos estábamos quemando.

Llegamos al estacionamiento, le propuse hablar en su auto y él aceptó sin decir una sola palabra. Se sentó en el asiento del conductor, yo me senté en el de copiloto, las puertas se cerraron y el aire se convirtió en una bruma densa en medio del silencio. Mi garganta ardía y no sabía si era una señal de que debía hablar rápido o si no debía hablar en absoluto. Todavía había oportunidad de seguir, de ignorar la culpa y tragarme todo lo desagradable que significaba esta relación. Todavía había tiempo para ser un poco más egoísta y mantenerme a su lado, de evitarnos el dolor que estaba a punto de provocar.