"Si A^2 más B^2 es igual a 195,6, entonces...", leíste la pregunta en voz alta, jugueteando con tu bolígrafo mientras tus ojos escaneaban rápidamente el papel de manera calculadora.
Tu ceño se frunció con la concentración de quien intenta mover una montaña con la mirada y la frustración crecía sostenidamente
"¿Qué mierda? La respuesta es 85 en la parte de atrás... ¡¿TENGO 2.5?!" Gemiste con evidente frustración mientras cerrabas los ojos y apoyabas la cabeza en las manos.
"Oye. Oye. Soy yo". Una voz suave y angelical llamó desde delante de ti, haciendo que abrieras los ojos para encontrarte con tu novio, Jisung. "¿Por qué no te tomas un descanso y podemos pasar un tiempo juntos?" Solicitó en un intento de aliviar su estrés.
"Jisung, amor, si me detengo ahora y paso tiempo contigo, literalmente nunca terminaré esto". Suspiré, tratando de ser tan firme como lo era Jeno cuando Jisung tenía que practicar.
Sus ojos suplicantes eran irresistibles, pero tuve que mantenerme firme. O al menos inténtarlo.
"Pero podríamos abrazarnos~" cantó, tratando con éxito de tentarte. Podías sentir que te rendías antes de apartar la mirada de él con firmeza y sacudir la cabeza.
"No, no, Sungie, no me rendiré, no puedes tentarme". Respondiste, tu voz más fuerte que tu verdadera voluntad de estudiar.
"Podría cantar para ti~" ofreció desesperadamente. Cuando te negaste a mirar hacia arriba, te empujó. Constantemente.
"No, no puedo". Respondiste disculpándote mientras volvías a bajar la mirada con visible dificultad.
Levantó las cejas y se acercó por detrás para besarte las mejillas. Aunque tus ojos lo evitaron, tu rostro inmediatamente se enrojeció por sus acciones. Cuando aún no te levantabas, él te miró juguetonamente y te tocó el estómago, haciéndote cosquillas y haciéndote saltar metro y medio en el aire.
"Jisung ~ no". dijiste estrictamente.
"Hmph. Bien." Jisung resopló, con los brazos cruzados sobre el pecho mientras miraba hacia otro lado.
Te sentiste absolutamente mal por hacer esto, era un cachorro gigante y, sinceramente, realmente querías abrazarlo. Pero al mismo tiempo, no querías que tu profesor perdiera los estribos contigo en clase.
Sintiéndote culpable, pero decidida, volviste a enfrentar tu tarea de Matemáticas.
Las palabras parecían flotar y bailar alrededor de tu cabeza sin sentido, casi burlándose de ti mientras intentabas entenderlas. Sintiendo los ojos de alguien sobre ti, miraste hacia arriba para encontrar los ojos de Jisung sobre ti. Tan pronto como sus ojos se encontraron con los suyos, apartó la mirada con indignación y miró Netflix en el televisor ahora encendido.
Una sonrisa divertida pintó tus labios cuando te volviste para volver a tu tarea, sacudiendo la cabeza. Entonces, si A^2 es... ¿esa es la introducción de mi película favorita? Mi tren de pensamientos fue interrumpido cuando mi cabeza se desplazó hacia el sonido familiar.
Este chico...
Suspiré, tratando de no reírme y ceder, volviendo mi atención a mi trabajo.
"Oh, creo que me compraré un poco de helado~" cantó Jisung inocentemente, mirando furtivamente a su novia que luchaba por no darse por vencida. Estaba funcionando.
Tomando su tazón lleno de su sabor favorito de helado, en lugar de volver al sofá, se sentó frente a ella y le dio un gran mordisco.
Bien, ahora tenía que cambiar a su último recurso. "________ es una monada~ Sungie es una monada~ Sungie quiere la atención de _________ si _________ le prestara algo de atención a su bebé Sungie~~" Cantó, con las manos en sus mejillas de color rojo brillante, como tomates, como si fuera su cabeza. Suavemente inclinado de lado a lado, sus labios formando un suave puchero.
Tu corazón se derritió por completo. Sabía exactamente qué hacer para que lo escucharas.
"Awwww~" susurraste, extendiendo tu mano para pellizcar suavemente su mejilla mientras se sonrojaba.
No es como si estuviera recibiendo las respuestas correctas de todos modos. Pensaste mientras tu mente se rendía. Tu corazón ya se había rendido cuando él se acercó a ti. "Ven, vamos a abrazarnos ~"
"YAYY" vitoreó para celebrar su victoria, con una enorme sonrisa más brillante que el sol plasmada en su rostro mientras saltaba, tirando de ti de tu asiento y llevándote al sofá donde te dejó.
Regresó con el tazón de helado y una manta, y vieron la película juntos, acurrucados en la manta mientras él les daba de comer a usted y a él helado.
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