La estrella de pop, Jennie Kim, se encuentra en problemas cuando una atractiva oficial de policía llega a su departamento por la noche, después de haber recibido una supuesta denuncia de violencia doméstica por parte de sus vecinos de edificio.
けげこー...
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—¿Sabe algo oficial, Manobal?... —arrastró la última palabra en un tono de voz melodioso, mirándole fijamente a los ojos mientras mordía su labio inferior con deseo.
La pelinegra dejó el portaretrato que se había encontrado mirando sobre la pequeña mesita y volteó a observarle, levantando una ceja.
—Dudo que logre hacerme cambiar de decisión —respondió con seriedad—. Aún así, ¿qué es lo que quiere decirme? —inquirió, juntando ambos de sus brazos al mismo nivel de su pecho.
—No sería capaz de lastimar a alguien... —un puchero abultó el labio inferior de la morena que yacía de pie frente a ella a un par de metros de distancia—. Pero viéndola a usted ahí de pie —hizo una pausa, mirándole de arriba a abajo, un destello juguetón y a la vez lascivo dibujado detrás de su mirada—, no me importaría ser tan jodida duramente como suelen hacerlo ustedes con cada persona que comete hechos mal visto.
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