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1 año después
 
—Feliz Aniversario, bastardo.

Jungkook estaba reclinado en su sillón con un cigarrillo en la mano. Esperaba obedientemente donde Yoongi le había sentado justo después de su cena de sushi y luego corrió a buscar algo.

Observó con diversión mientras una enorme caja rectangular con piernas se movía torpemente hacia él. Estaba claro que Yoon había envuelto el regalo. La enorme caja estaba cubierta un poco desastrosamente con papel de regalo azul y verde con un lazo amarillo brillante en la parte superior. Finalmente, se movió hacia un lado y Jungkook pudo ver el hermoso aunque algo gruñón rostro de su adorable y joven amante.

Era su vista favorita en todo el mundo.

Desde el momento en que divisó ese hermoso rostro desde el oscuro bar lleno de humo del Club Kasa, ni una sola vez se había cansado de verlo. Le había llevado mucho tiempo entender sus intensos sentimientos por el dulce joven que no podía mentir ni para salvar su propia vida. Nadie había despertado tanto instinto posesivo y protector dentro de él.

Tal vez fuese el hecho de que Jungkook supiese que podía confiar en Yoongi de manera incondicional. A pesar de su inusual comienzo, el chico había resultado ser la persona más honesta que había conocido. Sus preciosos y cristalinos ojos transmitían cada pensamiento, emoción y esperanza. Era brillante, amable, infaliblemente desinteresado, divertido, travieso e increíble, increíblemente hermoso. Y sus apetitos sexuales eran casi tan ilimitados como los del propio Jungkook.

Jungkook amaba a Yoongi y al pequeño Mingi total y completamente.

Antes de ellos, había sido un hombre frío y duro y el amor era una emoción que nunca antes había experimentado.

El pasado año había sido el mejor año de su vida mientras había llegado a ver a su joven amante crecer y florecer lentamente en la red de seguridad que Jungkook les había proporcionado a él y a su hermano.

Los dos huérfanos se habían convertido en su familia. En su todo.

Se inclinó hacia adelante y apagó el cigarrillo en el cenicero, de manera que pudiese darle a su magnífico amante toda su atención.

Yoongi colocó la amplia caja delante de Jungkook con un pequeño puchero en sus hermosos labios y luego tocó el suelo con la punta del pie de una manera tímida y entrañable.

—Tengo para ti lo que pediste. —Murmuró.

Jungkook ya lo sabía desde que vio la cámara de seguridad en el garaje subterráneo y ese era el por qué estaba deseando tanto abrir su regalo de aniversario. Cortó con cuidado el papel de regalo, y luego lo retiró para revelar su regalo. Aunque Jungkook había sabido lo que había debajo del papel de brillantes colores, su respiración aún quedó atrapada en su pecho ante la vista.

Era un enorme lienzo gallery–wrapped de su Lamborghini Reventón plateado visto desde el guardabarros del lado del conductor. Pero eso no fue lo que atrajo su atención y le dejó paralizado. Fue el hermoso chico que lo cubría. Bueno, ‘chicos’ para ser preciso. Obviamente la imagen había sido alterada de manera digital, pero increíblemente bien hecho.

Las pupilas de Jungkook se oscurecieron por la lujuria. Había tres Yoongi en el cuadro. Uno rubio estaba en el techo de perfil, su espalda arqueada de manera seductora con sus largos y pálidos brazos y piernas caídos lánguidamente sobre los laterales. Su cabeza caía hacia atrás mostrando su elegante garganta. El gris opaco enmarcaba su suave carne blanca a la perfección. Otro Yoongi tenía su regordete trasero apoyado en el capó, sus piernas abiertas de manera lasciva, exponiendo sus suaves muslos internos y todo lo que estaba en medio. Su mirada estaba fija en la cámara de manera desafiante. El Yoongi más cercano estaba inclinado con los codos apoyados en el borde de la ventanilla del lado del conductor, su desnuda parte trasera apuntaba hacia el lado de la cámara. Las luces brillaban en su suave y tensa piel, las redondeadas curvas de su hermoso y sedoso trasero. Sus exóticos ojos mirando sobre su delicado hombro tímidamente. Era el retrato perfecto de la personalidad multifacética de su amante. Yoongi podía pasar de ser un sonrojado virgen a un gato salvaje y convertirse en un gatito sexual y Jungkook descubrió que cada versión era igual de sexy. Cuanto más miraba el cuadro, más amenazaba su polla con hacer un agujero en sus pantalones Armani.

thiefDonde viven las historias. Descúbrelo ahora