❁ ₊̣̇‧* - ねじれた 02

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Cuando Jungkook terminó de cenar, la noche ya se había hecho presente, por lo cual, de inmediato prendió las luces para seguir con su trabajo, logró instalarse con éxito en la habitación y puso varias cámaras en distintos ángulos.

Él realmente no creía mucho en la existencia de los demonios, pero debía aceptar que a veces en el mundo ocurrían cosas bastante extrañas, que posiblemente no tenían una explicación científica, por lo cual, en dado caso de que la casa estuviera siendo perturbada por alguien o algo, quería tener suficientes pruebas para poder regresar a su hogar y decirle a su estúpido jefe de sección que solo lo mandaba a atender casos que no valían la pena.

"Oh sí, eso debía ocurrir" pensó mientras terminaba de acomodar las cosas que había removido.

Llevaba apenas un año siendo jefe de policía en Japón; al principio le había costado un poco ser aceptado, solo por el hecho de ser mitad coreano, pero después, con unas cuantas muestras de que era muy capaz de hacer las cosas, el jefe de sección distrital lo había convertido en guardia de su propia estación, y con el tiempo lo había enviado a Minamitsuru, sin embargo, a pesar de haberlo convertido en jefe de policía, seguía atendiendo casos ocasionales, como este: con demonios de por medio.

Jungkook rodó los ojos sin poder creer que estuviera metido en un asunto de ese tipo.

...

Cuando por fin llegó la medianoche, decidió que ya había revisado gran parte de la casa y merecía una ducha. Haciendo caso a lo que el sacerdote le había dicho, esperó a que el agua saliera completamente cristalina, de hecho, había salido así desde el primer momento, pero, aun así, esperó un buen tiempo en caso de que saliera un poco de suciedad.

Una vez seguro de que el agua estaba lo suficientemente limpia, comenzó a desvestirse lentamente y se metió a la ducha, cerrando los ojos de satisfacción. Había sido un largo día.

Todo fue totalmente normal los primeros minutos, pero de repente comenzó a sentirse un poco mareado, no precisamente de una mala manera, solo que de nuevo se sentía abrumado y ansioso, tal y como se había sentido hace unas horas, cuando se había sentado sobre la cama de la habitación. Era una especie de sensación de suma satisfacción y deseo por algo, pero no sabía de qué.

Gimiendo, recargó su frente en la pared y dejó que el agua fluyera lentamente por todo su cuerpo, recorriendo suavemente su cuello, bajando por su fornida espalda y llegando a su trasero, donde comenzó a filtrarse entre sus nalgas, para comenzar a rozar su intimidad y bajar levemente por sus muslos.

—Demonios —soltó un siseo cuando comenzó a sentir cómo el agua empezaba a filtrarse por los bordes de su entrada, para después acariciar suavemente su miembro hasta acumularse en su glande y volver a fluir.

Negando abrumado y excitado, volvió a enderezarse y terminó de bañarse para poder salir del baño.

Una vez fuera, se secó rápidamente, se vistió con un simple bóxer y una enorme playera y se arrojó sobre la cama, tomando su celular solo para comprobar la hora.

00:46 a.m.

Suspiró decepcionado de no poder llamar a su novia por lo tarde que era, así que solo apagó la luz y se acomodó para dormir.

No tardó demasiado en caer rendido.

...

Jungkook estaba seguro de que se trataba de un sueño o algo.

—Claro que es un sueño —dijo una suave, baja y a la vez ronca voz con un tono de burla.

Jungkook gimió cuando sintió sus pezones ser levemente apretujados, mientras su erección era succionada por alguien... o algo.

—¿Amor? —preguntó con dificultad—. ¿Eres tú, linda? —comenzó a jadear cuando las succiones en su miembro aumentaron.

—¿Tu novia también sabe que te encanta que te chupen los pezones? —volvió contestarle la extraña voz y Jungkook quiso observar mejor, incluso en medio de la oscuridad, pero en vez de eso, su vista se nubló por completo cuando la "persona" que lo "torturaba" comenzó a lamer lentamente la punta de su pezón derecho—. Tan lindo. ¿Cómo es posible que un humano sea tan lindo?

—¿Quién eres? —jadeó Jungkook cuando sintió una mano en su miembro, acariciándolo al mismo tiempo en que volvían a succionar uno de sus pezones.

—El dueño de tus más retorcidas fantasías, Jungkookie.

—¿Qué mierda? —dijo Jungkook sin poder evitar un espasmo de placer cuando sintió algo húmedo acariciar su entrada.

—Eres un policía hetero con novia, ¿y aun así te gusta cuando te toco? —le susurró la voz y él gimió cuando algo comenzó a entrar a su agujero—. ¿Tu novia sabe de esto? ¿Sabe lo mucho que deseas tener una enorme pølla dentro de ti?

Jungkook comenzó a retorcerse cuando los movimientos en su interior comenzaron a aumentar levemente.

—¿Sabe tu novia que cuando te excitas comienzas a lubricar por el anø, cariño?

Jungkook comenzó a correrse, gritando por la enorme sensación de placer que estaba experimentando.

...

Y despertó, jadeando como si hubiera corrido un maratón. Se sentía completamente abrumado y desorientado. Nunca había tenido un sueño que se sintiera tan real.

Asustado de las posibilidades, se levantó, solo para encontrar que su playera estaba por encima de su pecho y su bóxer se encontraba atorado en su pie, dejando a la vista su enorme erección, la cual brillaba como si hubiera sido lamida toda la noche.

Sintiéndose algo incómodo, se reincorporó, solo para darse cuenta de que sentía algo húmedo y espeso comenzar a salir de su agujero.

Completamente avergonzado, volvió a tirarse sobre la cama y cerró los ojos.

Había un secreto que nadie más —aparte de él y un doctor— sabía: él no lubricaba, no, nada eso, él simplemente cada que se corría, su sęmen también se filtraba por su entrada. El doctor se lo había explicado muchas veces, en realidad no era algo tan extraño, había varios hombres a los que les pasaba, pero Jungkook era un caso ciertamente especial: él sacaba demasiado sęmen por donde no debería.

Gimiendo por la hazaña, e intentando deshacerse de sus recuerdos y del extraño sueño que había tenido, se levantó, solo para sentir como todo el sęmen terminaba de salir de su entrada para comenzar su recorrido por sus muslos.

—Maldita sea —dijo enojado mientras entraba la ducha.

Allá en los viejos tiempos, aquello había sido algo realmente entretenido a la hora de mąsturbąrse o tener sęxo. Había perdido la cuenta de cuantas veces se había metido los dedos o cuantas veces se lo habían cøgîdo deliciosamente gracias a su "habilidad". Pero esos tiempos habían quedado atrás, ahora tenía 25 años, tenía una novia y padres en extremo homofóbicos, los cuales habían invertido un montón de dinero para que se "curara" y dejara de tener aventuras con hombres.

Pero maldita sea si el sueño no había logrado revivir sus más antiguos y retorcidos deseos.

Tw15ted | Jikook 지국 © 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora