Trate de hacer lo mejor que pude con este One Shot, pero no me termina de convencer. Lo subiré pero puede que le cambie cosas después. Disfruten el OS ♡
Sostenía el libro de hechizos que recibió de Vegetta durante la última visita que le dio, y a pesar de haber sido agresivamente apartado de la lectura por culpa del menor que entró como Juan por su casa al hogar del castaño, poseía una cariñosa sonrisa en el rostro escuchando con atención las quejas del menor. Quackity no permitía siquiera fuera capaz de terminar el párrafo en el que se quedó porque lo interrumpía contándole algún suceso interesante del día, y tampoco era algo que le molestara.Cerró el libro al suponer que no sería capaz de terminar a menos que echara al latino de su vivienda, lo cual no era opción debido a las altas horas, prefirió dejar sus deseos de acabar la lectura para mejor suspenderla para otro día y así aprovechar el tiempo con el menor que no pudo acompañarlo el día de hoy.
— La pinche rubia tetona me vio la cara de pendejo, trato de sobornarme para ponerle en su lugar minas a todos, esta bien pendejo si creía que aceptaría por dos pobres lingotes de netherite, neta. No quería el hacer el puto trabajo sucio porque ya lleva no sé cuantas veces que Vegetta se lo chinga esta semana, y quería que a mi me jalaran los putos huevos en su lugar. Ah, pero como el señorito quiere ser Don Ilegal Alias el vergas, debe siempre andar chingando la madre a todos, está pendejo — Sus palabras salían sin parar, Luzu genuinamente se preocupó por la cantidad de oxígeno que era capaz de mantener como para hablar tan rápido sin necesidad de darse un segundo para respirar.
El castaño se rio suavemente, se levantó del sillón en el que había estado desde la llegada del chico, se dirigió a él y con el mayor cuidado que pudo acarició su cabeza para poder desaparecer el ceño fruncido en el rostro del mexicano pausando sus quejas. Amplió la linda sonrisa en su rostro, y con todo el cariño que fue capaz de transmitir lo miro a los ojos demostrando en ese simple gesto el apoyo que quería sentir el menor de su parte.
Logró lo que quiso, el rostro del más bajo se suavizo tras haberse no solo desahogado, sino también el ser mimado en manos del de orbes rojos. No hizo mucho movimiento, ni para acercarse al toque ni para apartarse, solo lo recibió con gusto.
— ¿Qué hiciste hoy? — En casi un susurro, pregunto con duda el híbrido pato. Se alejó de la mano del castaño con las mejillas en tonos acalorados, estaba seguro que si continuaba allí se quedaría dormido en segundos, y no es realmente lo que buscaba ahora. Buscó en los cofres de su compañero algo de comida para robarle, sabía que no habría alguna queja por parte del dueño de la casa a menos que agarrase algo que no debía (aunque todos sabemos que tampoco le diría mucho incluso en ese hipotético caso).
— Hoy fui con Vegetta y Alexby porque querían enseñarme a usar unos materiales que quieren comenzar a craftear para sus casas, después fuí un rato con Vegetta al pueblo a ver si ocupaban ayuda en algo. No hice demasiado honestamente, ya solo vine acá a darles de comer a nuestros hijos porque han estado solos casi todo el día… — Miró por el hombro de Quackity lo que sea que estuviera tomando de su cofre, y al ver que se trataban de tostadas no dijo nada. Se alejo para tomar asiento nuevamente en el sillón.