Capitulo 3

3K 64 6
                                        

Me sorprendió la cantidad de cosas que tenía mamá. Sospechaba que eran cosas que quedaron de cuando yo era un niño, pero, aun así... ¿Por qué se había quedado con todo eso?

En ese momento, nunca se me ocurrió que ella esperaba que ella y papá hubieran tenido más hijo que solamente yo, lo que por supuesto me hizo pensar en papá y eso me hizo sentir algo triste.

Tenía cinco años cuando papá murió y aunque mis pensamientos sobre él son algo borrosos, mamá nunca dejó de decirme lo encantador y cariñoso que era con ella y conmigo...

Justo estaba recordando a papá cuando me quitó los pantalones del pijama. Una parte de mí estaba segura de que ella no iba a seguir adelante, pero otra parte esperaba que si lo hacía seguro, la haría feliz. Estaba algo sorprendido.

Mamá sacó algunas toallitas y comenzó a limpiar el área a pesar de que estaba seguro de que no lo necesitaba, después de todo, no me había mojado antes.

-Solo estoy haciendo que todo esto sea agradable y sobre todo que sea limpio para ti, cariño -dijo como si leyera mi mente.

Luego tomó un poco de crema de color osa y la untó por todo mi trasero y mi pipí. Realmente estaba confundido por lo que estaba pasando, pero mamá lo estaba haciendo con una actitud tan amorosa que traté de sonreír, pero creo que salió como una mueca.

-Oh, cariño, ¿te estoy lastimando? -Parecía espantada y apartó las manos como si sufriera una descarga eléctrica.

-No, no mamá... está bien...

Las palabras "está bien" parecían el permiso necesario para continuar y bajo una gran rociada de polvo vi que esa mirada de amor volvía a su rostro.

Todavía no estaba demasiado feliz con todo esto, pero, cuando me mostró el pañal, supe que habíamos pasado el punto de inflexión.

Lo desdobló en la forma correcta y lo puso debajo de mi trasero. Luego lo sujetó firmemente asegurándose de que agarrara mis caderas con las dos cintas.

-Ya está, cariño, todo está listo... ¿Te gusta mi pequeño bebé especial?

No me gustó la referencia a ser su bebé; aun así, después de todo lo que había presenciado hoy, pude ver por qué ese pensamiento estaba en su cabeza.

Ya se estaba haciendo tarde y ya había pasado mi hora de acostarme, así que mamá retiró las sábanas de su cama y me hizo subir.

-Dormirás conmigo esta noche... si te parece bien... necesito tu compañía... -dijo con un poco de nostalgia mientras iba al baño a prepararse para ir a la cama.

Me quedé allí, con la camiseta del pijama de Spider-Man y un pañal grueso entre las piernas. No me sentía muy cómodo y esperaba no tener que quedarme usándolo por mucho tiempo.

Mamá regresó poco después y se metió en la cama e inmediatamente me atrajo suavemente hacia su estómago y sus senos y me envolvió en sus brazos amorosos.

-Gracias, cariño... gracias.

Para ser honesto, no me había acostado con mamá en más de un año y, a pesar del molesto pañal, fue muy agradable estar acurrucado al lado de ella para dormir.

Sorprendentemente, me quedé dormido casi de inmediato...

Me desperté un poco confundido. Mamá estaba sacudiendo mi hombro y diciéndome que me levantara.

-Oh cariño... estás mojado.

No recordaba todo lo que me estaba diciendo, pero cuando lo hice, palpe mi pañal y sorprendentemente estaba empapado.

Mamá y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora