Parte 6

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*primer día en el instituto*

–Bienvenidos a todos al Conservatorio de Bellas Artes, y a ustedes en particular a la división de artes musicales.

Las palabras de la directora siempre se destacaban por fingir emoción por los alumnos, pero al momento de hablar uno a uno se volvían más severas y estrictas. ¿Cómo lo sabía? Fue mi maestra en la primaria y siempre que algún alumno tenía un problema hacia caso omiso y no se molestaba en avisar a los superiores. Verla años más tarde como directora era señal de que valíamos por nuestra propia cuenta.

Nos avisaron que uno de nuestros compañeros no asistiría por unas semanas ya que había sufrido un accidente, y pidieron que tuviéramos paciencia al encontrarnos con él en su inicio. Luego de eso nos presentaron a lo que no creí que sería mi peor pesadilla, pero así fue.

–Y ahora los dejare con la presidenta del consejo escolar para que puedan elegir a su delegado de curso, ellos estarán para lo que necesiten, ya sea inconvenientes con algún profesor o ideas para mejorar el conservatorio. Helena puedes pasar. –Concluyó la directora para dar paso a la joven antes mencionada.

Helena Murias.

–Buen día compañeros, como ya menciono la directora yo seré su presidenta en el consejo por lo menos durante este año escolar, estoy en segundo de artes visuales, pero siempre me tendrán a un cruce del patio de distancia – hizo una pausa al oír que todos se carcajeaban por el pésimo chiste – ahora necesito que alguno se ofrezca para ser delegado de su grupo, esa persona será el contacto que tendrán directo conmigo, aunque si lo necesitan puedo ofrecerles mi teléfono.

Voltee a ver a mis compañeros, al percatarme de que ninguno se ofrecía decidí levantar mi mano desde el centro del rejunte de estudiantes, y lentamente acercarme hacia el escenario inexistente donde se encontraban la directora y Helena.

–Bueno veo que ya tenemos una propues– hizo una pausa al percatarse de mi presencia – Melissa Diaz, tiempo sin verte.

Saqué de mi bolsillo una libreta y bolígrafo, escribí y le mostré el texto.

"Lo mismo digo, primita"

Esta soltó una risilla falsa y continuo su discurso.

–Si todos están de acuerdo entonces Melissa será su delegada – volteamos a ver al rejunte y ninguno se negó – ¡perfecto! ella luego se pondrá de acuerdo con ustedes para buscar un suplente, por si algún día se ausenta – mientras todos los alumnos aplaudían en modo "Terminen quiero ir a clase", Helena posó sus manos en mis hombros y lentamente se acercó a mi oído – bienvenida a tu peor pesadilla primita, no vas a durar ni dos semanas sin esa estúpida voz.

"Eso está por verse, primita"

Luego de leer de reojo mi libreta, soltó lo que podría considerarse un gruñido, para luego apartarse de mí, y por fin irnos a nuestro salón. Luego de entrar y que el rejunte este más organizado pude percatarme de una tercera cara conocida en este día: Travis Miles, el joven con el que pase la mejor infancia de mi vida, apenas confirme que esos alocados pero perfectos rizos rojizos eran de mi mejor amigo me abalance sobre el para abrazarlo, este también me reconoció y correspondió el abrazo, para luego soltar unas pequeñas lágrimas.

–No lo puedo creer, mel eres tú de verdad – le dedique una pequeña sonrisa, ya que en el abrazo había tirado todas mis cosas, incluyendo la libreta, el me miro y su sonrisa poco a poco se desvaneció – entonces los rumores son reales – lo mire levemente y asentí, para luego escuchar un suspiro de su parte – voy a extrañar esa voz melódica, pero al menos tus dedos no perdieron su magia en el piano ¿verdad? —Asentí y su sonrisa se restauró—ay no sabes cuánto te extrañe—concluyo para abrazarme y sacudirme de la emoción.

SordomudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora