R.I.P (Latidos Del Amor)

CAPITULO 8 (El chico del sueter negro)

Mi cerebro solo intenta procesar la imagen en vivo ante mis ojos, Alex a tan solo unos cuantos metros de distancia , arrodillado en medio de dos tumbas .

Mi parte razonable decía que debía mirar de lejos, para así tratar de comprender lo que pasaba, pero mi parte curiosa dice "ve, averigua que ocurre, tal vez puedas descubrir el misterio que envuelve a Alex.

Y adivinen que parte ganó...

Obviamente la menos razonable de mi.

Así que Sin mas decido acercarme poco a poco para tratar de ver a quienes corresponden las tumbas, me acerco a un arbol que esta detras de Alex , asi que yo me hago detras de ese arbol y logro ver los nombres , kayla y Alfred Ford , asi que si, son sus padres...

Al estar cerca logro escuchar sus sollozos, no se que hacer , el verlo en ese estado vulnerable me deja en blanco , asi que de nuevo me dejo llevar por mis impulsos y voy directamente hacia el.

Al acercarme más los sollozos se hacen más fuertes.

― Que haces aquí!―expresa entre confuso y furioso al percatarse de mi presencia mientras que se limpia las lágrimas que resbalan por sus rojas mejillas y se para esperando una respuesta por parte de mi.

―yo... ―no sabía que decir, siempre era así, el me dejaba sin palabras, era su mayor efecto en mi. Así que decidí ir por la sinceridad―yo vine a visitar a mi abuela, ella falleció hace poco y suelo visitarla, y pues hoy justo tu estabas aquí y te vi y decidí acercarme. Lo siento no quise incomodarte―digo bajando mi rostro para ocultar la vergüenza.

De pronto de la nada, como por arte de magia, el cielo se alumbra por destellos causados por los fuertes relámpagos que prometen matarnos  al menos así se ve desde mi perspectiva.

De la nada siento un fuerte jalón en mi brazo izquierdo

―Alison vamos ―dice  Alex mientras me lleva a arrastrada no se a donde, y digo arrastrada porque siento que es el quien me mueve debido a lo rápido que me lleva.

Llegamos a un pequeño lugar, al parecer una casita en donde se guardan las cosas de aseo, pero lo suficientemente grande para dos personas.

―Esto no puede ser posible ―digo mientras cada vez se hace más fuerte e incesante la lluvia.

―Ya calmate, el que te quejes no hará que deje de llover

―tengo derecho a quejarme así que no me digas que hacer

―sino fuera por mi estarías empapada e incluso más adelante con un resfriado

En medio de nuestra pequeña pero intensa  pelea , un estruendo se hace presente y mi absurdo miedo me hace abrazar de la nada a Alex quien queda inmovil ante mi inesperado movimiento, pero el hace lo que jamás creí que haría, devolverme el abrazo.

Mi corazón comienza a latir tan rápido y fuerte que creo, no, estoy segura que el también lo siente.

Mientras tanto ninguno dice nada y es mejor así, no sabría que decir y creo el tampoco.

Pero chicos y chicas la felicidad no es eterna y nuestro momento mágico se acaba y nos alejamos hasta mantener una distancia prudente.

Y en momentos como este, cuando no hay nada que hacer y estas en un pequeño lugar, con la persona que te gusta y tu curiosidad sobre el es inmensa, solo hay una cosa que hacer.

Obtener información lo más que puedas y eso era justo lo que estaba apunto de hacer.

―Alex puedo preguntarte algo? ―mentalmente ruego para que me responda y para que no conteste como suele hacerlo.