Capítulo 13: De charlas interminables

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El día trece fue el que me terminó de convencerme de que todo era una completa mierda.

Sé que desperté antes que mi novio y no me permití despertarlo. Se veía como un pequeño bebé, y no quise arruinar ese sueño tan increíble que lo estaba haciendo sonreír.

Me coloqué una de las camisetas más grandes que tenía y no me molesté en ponerme ropa interior. Salí de la habitación y no me sorprendí al encontrarme a Yunho y Mingi sobre el sofá, aunque no estaban desayunando.

¡San! - Saludó Yunho al verme. Tenía el rostro lleno de avena. Se acercó a mí, me abrazó y besó sonoramente mi mejilla.

Al parecer la comida es un asco. - Dije sonriente.

No lo sabemos, en realidad. - Confesó Yunho. - Mingi empezó una guerra de comida y sabes que odio perder. Si tengo que sacrificar mi desayuno para obtener la victoria, lo voy a hacer.

No recuerdo lo que dije después de eso, pero sí que hubo un par de risas y comentarios que mi mente decidió pasar por alto.

¿Vas a desayunar, San? - Yunho se había sentado de nuevo en el sofá y yo estaba intentando limpiar los restos de avena que tenía en el brazo.

No tengo hambre. - Me negué. - De ahora en adelante planeo seguir a Wooyoung en eso de vivir con completa libertad y hacer las cosas cuando verdaderamente lo desee.

¿Jung Woogay, el gran pensador, guía tu vida? - Se burló Yeosang, llegando a nuestro lado para tomar su plato de comida y sentarse en el sofá con Mingi.

No lo llames así. - Lo reprendí mientras le daba un ligero golpe a su brazo.

Ush. Está bien, lo siento. - Se disculpó, pero sé que no lo hacía de verdad. - Estoy muy orgulloso de que sigas la filosofía de tu novio y toda esa mierda, ¿pero no crees que te falta algo?

¿Algo?

Sí. - Contestó, al mismo tiempo que pasaba un dedo por la mejilla embarrada de avena de Mingi y se la llevaba a la boca. Creo que sabía pésimo, pues la expresión que puso fue de completo asco. - No sé si sabías pero entre las piernas no tienes flores y no veo que lleves bóxer debajo de esa camista. Baja el arma.

Mingi y Yunho comenzaron a carcajear instantáneamente y yo rodé los ojos.

Iba a responderle, cuándo vi a Jongho salir de su habitación. Sonreí pensando que vendría a comer con nosotros, pero el azabache solo se nos acercó con una expresión indescifrable en su rostro.

Mingi hyung, ¿tienes cigarrillos? - Le preguntó al más alto, que estaba en el sofá abrazado con Yunho. Ambos lo miraron con curiosidad.

¿Desde cuándo fumas? - Dijo Yunho.

Da igual. ¿Tienes o no? - Volvió a mirar a Mingi. Este último supiró y asintió con calma antes de levantarse del sofá y hacerle una seña para que lo acompañe a su cuarto.

Cuando ambos entraron, Yeosang, Yunho y yo nos miramos con curiosidad y confusión.

¿Le pasa algo a Jongho? - Pregunté.

No que yo sepa. - Espetó Yeosang. - Él siempre es callado pero desde lo de Hongjoong hyung está extraño.

¿Cómo extraño? Dijo Yunho mientras se acomodaba en nuestro sofá. Yeosang se nos acercó para hablar en voz baja.

Siempre lo encuentro mirando a la nada, como si pensara en algo que no quiere decir. Y se lo he preguntado. - Dijo apuntando a su habitación con el tenedor. - Ayer, cuando todos se durmieron, me lo encontré aquí sentado fumando. Solo.

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