El día veintidós no dejé de amarlo. Jamás lo hice.
Supongo que cuando estás enojado con las personas que amas dices idioteces sin razón alguna, así que terminas por arrepentirte de ello poco tiempo después. Y yo estaba realmente arrepentido.
No recuerdo muchas cosas del inicio de ese día, pero sí sé que, en algún momento, me di cuenta de que quién había actuado mal todo ese tiempo era yo. Y que Yeosang tenía razón.
No podía justificar el comportamiento de Yunho, claramente, pero enojarme con Wooyoung cuando él solo quería ayudarlo mientras me mantenía a salvo, había sido bastante estúpido e inmaduro. Lamenté haber hecho eso y aún lo hago.
Aún así, no corrí a disculparme en cuanto mi mente se dio cuenta de mi terrible comportamiento. Tal vez le tenía miedo a Yunho, tal vez al hecho de admitir que me había equivocado. Tal vez a ambas cosas.
Había pasado ya el almuerzo cuando la puerta de mi habitación se abrió. Yo estaba sentado en un rincón, pero no recuerdo la razón. Tal vez había estado llorando, o pensando, o volviéndome loco. Tal vez las tres cosas. Comencé a temblar al darme cuenta de que quien había entrado no era ni un hombre de blanco ni Seonghwa ni Wooyoung, sino Yunho.
Él me miró fijamente un par de segundos y realmente pensé que me haría daño, pero fue entonces cuando divisé que sus manos estaban esposadas. Me sorprendió bastante verlo así, pero solo durante unos segundos, pues tiempo después comencé a pensar que aún tenía otras partes de su cuerpo para hacerme daño.
¡Wooyoung, tu estúpido esposo está acá! - Gritó.
Mi corazón dolió cuando escuché unos pasos acercarse a la habitación. Me sentía culpable, egoísta y, como Yunho lo había dicho, estúpido. Lo primero que vi fue su sombra, y finalmente su increíblemente perfecto cuerpo apareció en la habitación.
Tenía ojeras, y en sus mejillas pude divisar rastros de lágrimas. Me pregunté si era yo quien lo había herido de esa forma, y la respuesta en mi mente fue un sí. Jamás me había odiado de tal manera.
¡Hey! - Me saludó con una falsa sonrisa.
No me gustaba ese Wooyoung. No me gustaba verlo tan descuidado, tan herido, tan falso...
Le había hecho daño, demasiado, y realmente lo sentía.
Iré con Hwa hyung. - Dijo Yunho. Él se fue tal y como lo prometió, así que mi esposo y yo éramos ahora las únicas personas en la habitación.
Encontré esto en el salón. - Rompió el silencio levantando su mano. Mi corazón dolió al ver el anllo de cuero. - ¿Sabes? No creí que nos divorciaríamos tan rápido.
Wooyoung, lamento lo que hice ayer. Fui el peor de todos los idiotas. - Aquellas frases salieron de mi boca casi por instinto, sin dejarlo continuar. Me sentí bastante mal cuando Wooyoung empezó a reír. - ¡No te rías de mí, Wooyoung! ¡He dejado mi orgullo de lado para decirte algo así! ¡No es gracioso!
No me río de ti, Sannie. - Se disculpó. - Me río de mí.
La confusión llenó mi mente.
¿Por qué?
Porque venía a decirte lo mismo.
Pude ver lágrimas formándose en sus ojos, pero una vaga sonrisa se dibujaba en sus labios.
Soy yo quien lo lamenta. - Le dije. No quería escuchar disculpas que no me merecía. - Fui un estúpido e inmaduro. Tú solo querías ayudar y yo te pagaba todo eso siendo la peor persona del mundo...
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Letal ✔️
General FictionCuando un grupo de ocho chicos se ven atacados por un extraño virus mortal que ha acabado con más de la mitad de la población mundial, se ven obligados a afrontar una inminente realidad para la que ninguno estaba preparado. Solo les queda apoyarse l...