Ella es tan delicada como una bella rosa, el es tan frio como una noche de invierno °*๑
Sus hermanos la protegen de todo..
Pero, ¿podrán salvarla de que se enamore de un Black? ♡
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LA CASTAÑA Y EL OJIGRIS NO HABIAN HABLADO DESDE EL beso, cosa que a la castaña le molestaba. Rose habia estado estresada porque Regulus no le dirigía la palabra. Los merodeadores y Evan se habian dado cuenta de esto. Evan era el único que sabía porque la castaña estaba así.
Estaba sentada con los merodeadores, Evan la había abandonado diciendo que estudiaría con una chica la cual ni su nombre mencionó.
Rose mantenía su mirada fija en Regulus mientras apretaba su cubierto.
—Rose, oye, ¿Estas bien? —Dijo Sirius que era el que más ponía atención en la actitud de Rose.
—Hm, estoy bien, no te preocupes. —Dijo mientras se obligaba a ver a Sirius.
—¿Segura? —Rose asintió— bien, ¿Porque no has hablado con mi hermano? —Dijo sirius, sabia que la castaña cada que podía se cambiaba de mesa para estar con Regulus.
—Es que he estado ocupada. —Sonrió forzadamente.
Sirius se quedó pensando, Remus la veía con una ceja enarcada, y Peter, bueno, el comía.
Rose tomo de su copa, no era jugo, era sangre, Dumbledore habia hecho un hechizo, para que cuando Rose se sentara en algun lugar, las bebidas fueran sangre.
—Por cierto, ¿Dónde estas James y Lily? Oh, no me respondan, ya sé. —Dijo Rose imaginando que estaban en la biblioteca.
—¿Por que no estas ahora con Blake? —Dijo Remus con un duda.
—oh, el esta con una chica, no me dijo su nombre, pero acá entre nos, creo que es de Hufflepuff.
—Vaya, eso es genial. —Dijo Remus, feliz de que el chico encontrará a alguien para él.
El comedor estaba en silencio, hasta que se escuchó un fuerte ruido. Era en el patio. Todos salimos a ver. Escuchaba algo caer. Oh, oh. Sangre. Había una chica herida, al parecer nadie la notaba. Me acerque corriendo a ella. Estaba asustada. Tomaba su pierna.
—Vas a estar bien ¿si? Quiero que te calmes, no dejes de verme.
Rose estiró su brazo y lo mordió, la sangre fluía, acerco el brazo a la chica. Ella con miedo empezó a negar.
—Esta bien, te prometo que no te haré daño.
La chica dudosa bebió de su brazo. Su pierna comenzó a curarse. La chica sonrió.
—Muchas gracias, ¿Como hiciste eso? ¿Que eres? ¿Eres una vampira?
—No puedo decirte, ahora, mírame a los ojos. Quiero que olvides esto, olvida lo que hice y continúa con tu vida.
La chica asintió. Se paró como si nada y se fue. Rose dio un suspiro cansado. Se levantó y se sacudió. Cuando dio la vuelta vió a los Merodeadores viéndola con asombró.
