SIX

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Dios, ¿por qué Kyungsoo tenía que ser tan atractivo?

Kyungsio miro a su alrededor, como si en ese momento no supiera muy bien donde estaba.

-¿Estas en mi habitación? - Le pregunto.

No parecía enfadado, aunque tendría todo el derecho de estarlo y JongIn no pudo contenerse y alargo la mano para apartar parte de su pelo húmedo de su frente. ¿Que tenía aquel joven que hacía que le costara tanto mantener las manos quietas?

-Como no has bajado a cenar estaba preocupado, así que subí a ver si estabas bien, y cuando llame a la puerta y no contestabas temí que te hubiera ocurrido algo.

-¿Cómo qué?

-No lo sé, supongo que simplemente quería asegurarme de que estabas bien, pero te pido disculpas por haber entrado sin permiso. No debería haberlo hecho.

No, no debería haberlo hecho, pero aun así Kyungsoo se sentía incapaz de enfadarse con él. Podía ver en su rostro esa expresión angustiada por el dolor que sin duda sentía aun por la pérdida de su mujer y su hijo. ¿Por qué no era sincero? ¿Por qué no le decía simplemente que estaba asustado?

-Pues no tienes por qué preocuparte, estoy bien - Le dijo - Solo un poco cansado.

JongIn comenzó a acariciarle la mejilla con sus dedos.

-Aquella noche en el hotel también hiciste eso.

-¿Lo hice?

Los dedos de JongIn descendieron hasta su garganta, y Kyungsoo sintió deseos de alzar los brazos y atraerlo hacia él para besarlo, pero se contuvo.

-Creíste que estaba dormido, pero solo estaba fingiendo.

-¿Por qué?

-Supongo que temía que si abría los ojos me dirías que me fuera y no quería irme todavía.

JongIn dejo de acariciarle la mejilla, y le pareció ver en sus ojos una expresión casi... triste.

-¿Por qué te marchaste?

-¿Qué motivo tenía para quedarme? Imagina que me hubiera quedado, que nos hubiéramos enamorado, y que un mes más tarde te hubiera dado la noticia de que estaba embarazado. ¿Te habrías alegrado? ¿Querrías este bebé que no quieres ahora?

Kyungsoo sabía que no.

-No es que no lo quiera - Replicó JongIn - Es solo que... no puedo.

Había tanto dolor en su mirada. Antes o después tendría que aprender a perdonarse a sí mismo, se dijo Kyungsoo. No podía vivir así.

Se incorporó, y se quedó sentado con la sabana tapando parte de su vientre.

-Las desgracias no son culpa de nadie, JongIn, son algo que están fuera de nuestro control.

-No, no es verdad; hay cosas que si están bajo nuestro control, cosas que son responsabilidad nuestra.

Kyungsoo detestaba verlo tan triste y no sabía que decir para hacerlo sentirse mejor. Solo el tiempo podía curar las heridas, pero la pregunta era... ¿cuánto tiempo tendría que pasar aún para que se cerraran las heridas de JongIn? ¿Un año? ¿Diez? Quizás incluso jamás fuera capaz de superarlo.


-¿Tienes hambre? - Le pregunto JongIn- Podría decirle a la cocinera que te caliente alguna cosa.

Parecía que no quería hablar más del tema. Kyungsoo se preguntó si sería así como iban a ser las cosas durante los cinco meses que iban a estar allí, si cada vez que JongIn comenzara a abrirse un poco a él de pronto lo apartaría de un empujón.

Embarazado de un millonario ᵏᵃⁱˢᵒᵒ[√]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora