EIGHT

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Cinco días después JongIn estaba frente a su ordenador borrando uno tras otro la docena de mensajes que su madre le había enviado por correo electrónico a lo largo de la semana, después de que hablaran por teléfono. ¿Porque le había dado de pronto esa manía de que quería ir a verlo?

En ese momento se abrió la puerta de su despacho y al alzar la vista vio a Kyungsoo allí de pie.

-Hola, ¿ya has vuelto?

Kyungsoo avanzo hacia su escritorio era la misma mirada que le había dirigido cuando le había dicho que había mandado su coche al desguace.

-¿Donde esta? - Le pregunto el joven, apoyando las manos en su mesa. Vaya parecía que estaba enfadado.

-¿Dónde está el que?

-Mi ropa - Le contesto el aún más enfadado - He subido a mi habitación por ropa para cambiarme después de darme una ducha y el armario este vacío.

-¿Vacío? - Repitió él muy calmado, cruzándose de brazos y echándose hacia atrás en el sillón de cuero - ¿Has mirado en la ropa sucia?

-¿Por qué iba a estar mi ropa limpia, que estaba colgada esta mañana en el armario, con la ropa sucia? - Quiso saber - ¿Y mis bóxer tampoco están en los cajones?

JongIn se encogió de hombros.

-Era solo una idea. Si quieres puedo preguntarle a la señora Yeri  si la ha visto.

Kyungsoo se enojó aún más, si es que se podía.

-Devuélveme mi ropa ahora mismo.

-No puedo devolverte algo que no tengo - Le contesto JongIn. Se levantó, fue hasta la chimenea tomo el atizador para remover los rescoldos.

-No habrás sido capaz...

JongIn volvió a colocar el atizador en su sitio y se volvió hacia él.

-¿Capaz de qué?

El joven fue hasta donde estaba y se quedó mirando la chimenea, antes de alzar el rostro completamente furioso hacia JongIn.

-¡¿Has quemado mi ropa?!

Por más que lo intento, finalmente JongIn no pudo contener la risa.

-¿Y encima te parece gracioso?

-Necesitas ropa nueva, Kyungsoo.

-¿Qué?... ¿Y eso que tiene que ver?

-El otro día me dijiste que tenías dinero, ¿no? Entonces ¿qué problema hay? Cómprate ropa nueva y ya está.

-Si tengo dinero, ¡Pero no como para comprarme de golpe un armario entero!

-Bueno, en ese caso yo tengo la solución perfecta - Le dijo sacándose del bolsillo la tarjeta de crédito que se había negado a aceptar días atrás - Usa esto.

-Siempre tienes que salirte con la tuya, ¿no es eso?

-Kyungsoo tómala. Guarda tu dinero para cuando te haga falta de verdad.

-No lo entiendes, ¿verdad? No me siento cómodo teniendo que aceptar más dinero tuyo. Lo que más odio es deberle algo a alguien.

-No me debes nada porque no me lo estas pidiendo, soy yo quien te lo está ofreciendo.

-¿Y qué diferencia tiene?

-¿Tienes idea de cuánto dinero tengo?

-Si, demasiado.

-Precisamente por eso. Déjame hacer esto por ti. Por favor.

Finalmente, Kyungsoo se calmó un poco.

-Esta bien, pero pienso devolverte todo el dinero que gaste. No sé cuándo, ni como, pero te devolveré hasta el último centavo.

Embarazado de un millonario ᵏᵃⁱˢᵒᵒ[√]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora