The Evil Consort Above An Evil King - Spanish Version [15]

51. ¿Estaba siendo controlado? (3)

Si atacaban desde cuatro direcciones, los ángulos eran muy difíciles de escapar para cualquiera. Todos los caminos estaban bien bloqueados y cuidados. ¡No importa en qué dirección se escondió la víctima, no podría evitar sus afiladas garras!

Sin embargo, Di Fuyi no se escondió. Agitó su manga, y una espada larga se formó en su palma. ¡En un instante, muchas sombras de espadas volaron hacia las cuatro bestias! Después de unos 15 minutos, fue Di Fuyi quien se encargó de la situación.

Gu Xijiu observó todo lo que sucedió desde el interior de la casa y se sofocó un poco. Los trucos que utilizó Di Fuyi fueron directos y directos. Usó el mismo movimiento para derribar a cada bestia e incluso las atacó en el mismo lugar de su cuerpo. ¡Fueron apuñalados en sus cejas, lo suficientemente profundo como para que la espada llegara al cerebro!

¡Resultó que su kung fu era notablemente alto! Debería estar al nivel de una Gran Deidad ahora. Mientras observaba cómo se desarrollaba todo, Gu Xijiu no pudo evitar preguntarse si el hombre la golpearía con su espada una vez que recuperara el control de su cuerpo. Solo pensarlo hizo que el cuello de Gu Xijiu se sintiera frío.

Cuando Di Fuyi abrió la puerta, no pudo evitar encogerse en la manta. Di Fuyi fijó su mirada en ella, pero en lugar de hablar, tiró un venado de nieve a la puerta de la casa.

El ciervo de las nieves era bastante grande y parecía poderoso. Sus cuernos eran como cuchillos afilados, y sus dientes estaban afilados alrededor de los bordes. La carne de un ciervo generalmente era deliciosa, pero también era un desafío cazarlo porque eran sigilosos en la nieve, además de sus afilados dientes y cuernos.

Gu Xijiu una vez cazó uno y nunca olvidó su sabor. Como era un desafío disparar, ella no le pidió que buscara a esta criatura. Sin embargo, parecía haberse apoderado de él por su cuenta.

Gu Xijiu estaba encantada, pero al mismo tiempo, había una pizca de duda en su corazón. Su hechizo de control era convincente, obligando al que estaba siendo controlado a hacer lo que ella le pedía que hiciera. Por lo tanto, Di Fuyi debería haber seguido sus instrucciones en lugar de encontrar una criatura diferente por su propia cuenta. ¿Qué pasó esta vez? ¿Cometió un error cuando lanzó el hechizo?

Justo cuando estaba pensando en las posibles respuestas, un conejo de nieve fue arrojado a sus pies. Di Fuyi habló de manera aburrida e inexpresiva: "Tu liebre de nieve".

Gu Xijiu se quedó sin palabras. ¡Parecía que el hechizo de control no fallaba! Quizás la presencia del venado de las nieves fue un accidente.

...

Después de un cuarto de hora, Gu Xijiu todavía estaba bastante confundida mientras miraba la liebre de nieve en su mano y luego miró al ciervo de nieve que Di Fuyi acababa de limpiar. El hombre tenía un juego muy completo de utensilios de cocina: parrillas, ollas y sartenes, e incluso condimentos. Lavó el venado nevado y luego lo asó a la parrilla.

La última vez que Gu Xijiu lo vio, solo pudo hervir un huevo, pero esta vez pudo asar la carne. Olía bien y se veía delicioso. Gu Xijiu también miró la liebre que había horneado. Aunque ella preparó la liebre, ¡olía mucho menos tentador que el venado de las nieves!

Observó cómo se cocinaba el venado en la barbacoa y luego vio a Di Fuyi arrancarle la pata a un ciervo y comérsela lentamente. Parecía que el hombre no tenía intención de darle un mordisco. Quizás, esta era la falla en el hechizo: la víctima no mostraría ninguna cortesía.

Con una mejilla gruesa, Gu Xijiu respiró hondo y extendió su mano hacia él, "¿Podrías darme una de las patas de ciervo?"

Di Fuyi la miró y la ignoró por completo.

¡Gu Xijiu se quedó sin palabras! Parecía que una discusión normal no era posible bajo el hechizo. No obstante, Gu Xijiu sintió que era muy vergonzoso si necesitaba controlarlo para obtener una de las patas del ciervo.

Bueno, como consiguió una liebre, decidió contentarse y simplemente comérsela. Mientras Gu Xijiu comía la liebre a medio hornear, Di Fuyi ya había terminado con dos de las patas de venado. Luego, recogió al resto de los venados y se alejó, pero cuando regresó, sus manos estaban vacías.