Descubrimientos oscuros

Capítulo 9

Harry se sentía cachondo mientras se alejaba de la Sala de Requisitos, su excitación aumentaba cuando dejaba a Susan sola, en medio del placer. Era tentador regresar y ver cómo pasaba su tiempo libre, pero él también necesitaba estudiar. Ya había perdido demasiado tiempo en sus divertidas actividades extracurriculares. Necesitaba aumentar su repertorio de hechizos para fines de combate. Transfiguración era divertido de usar, pero agregar un par de hechizos esotéricos contundentes aumentaría aún más su potencial de combate.

Con eso en mente, escogió algunos libros que parecían contener algo útil, y caminó hacia la parte trasera de la biblioteca, buscando un asiento en el que ningún transeúnte lo molestara. La multitud de la escuela se estaba volviendo cada vez más molesta a medida que pasaban los días, y el silencio siempre era un placer.

Eligió una mesa de esquina específica como destino, una solitaria en lo profundo de la sección de historia, cubierta con tres enormes estanterías, casi invisibles desde el exterior. Lo recordó del segundo año, donde estaba haciendo todo lo posible para esconderse de la multitud que pensaba que era responsable de las petrificaciones. Pero cuando llegó a la esquina de la biblioteca, vio que no era el único que tenía la idea de esconderse.

"Hermione", dijo alegremente mientras tiraba de una silla junto a ella. "Qué linda casualidad".

"Harry", tartamudeó, atrapada por su repentina presencia. "¡Qué estás haciendo aquí!"

Se encogió de hombros. "Decidí hacer un trabajo extra", explicó, y Hermione asintió con aprobación a pesar de su creciente pánico. Algunas cosas nunca cambiaron, señaló. "Y como no quiero gente molesta amontonada, decidí esconderme aquí. Supongo que tú también estás aquí para esconderte".

"Sí", murmuró ella con un tono resignado, y él ignoró firmemente su tono, actuando como si no supiera de quién estaba tratando de esconderse. No fue sorprendente, considerando cómo durante su último encuentro, ella había logrado perderse en su toque lo suficiente como para extrañar su desnudez retorcida hasta que fue demasiado tarde. "Estaba a punto de terminar, en realidad", dijo, tratando de ponerse de pie.

"Siéntate", ordenó Harry, sin siquiera molestarse en mirarla mientras lo decía. Su voz ni siquiera era fuerte, apenas por encima de un susurro, y ninguna imposición que denotara ira o urgencia. Sin embargo, era una orden, y Hermione actuó en consecuencia, sentándose en su asiento sin siquiera pensarlo. "No sería una molestia para ti ayudarme en mis estudios, ¿verdad?", Preguntó inocentemente, dejándola imaginar que el acero detrás de la orden inicial era solo una ilusión, pero aún dejándola bajo sus efectos. Su habilidad para racionalizar y replantear era hermosa, especialmente cuando funcionaba poéticamente en su detrimento.

"Claro", susurró, y volvió a su trabajo. Con eso, comenzaron a estudiar. Era divertido verla sonrojarse cada vez que se inclinaba más cerca para hacer una pregunta sobre la teoría detrás de uno de los hechizos que estaba estudiando, solo para convertirse en alivio cuando volvía a su trabajo, pero con una pizca de decepción primaria que la dejó avergonzada solo por sentirlo.

Después de un par de repeticiones, la situación comenzó a perder su impresionante, lo que simplemente no funcionaría. Entonces, la próxima vez que hizo una pregunta, hizo un esfuerzo por llegar a su mente, sacando a la superficie sus recuerdos de la última noche, especialmente los momentos en que no llevaba nada más que sus zapatos, su eje alojado cómodamente entre sus mejillas, sus dedos explorando sus entrañas para traer un segundo clímax, mientras ella solo reaccionaba con gemidos exigentes.

El rubor volvió a su rostro cuando los recuerdos la golpearon con toda la sutileza de un tren de carga. Un segundo después, ella trató de ponerse de pie, pero él puso su mano sobre su muslo en un gesto casual que podría haber sido considerado como distraído, impidiéndole sentarse. Ella podría haber empujado su mano hacia un lado y ponerse de pie, no había poder físico detrás de su toque. Pero al igual que su orden anterior, tenía suficiente poder vinculante en su mente debido a las asociaciones de autoridad en su mente.